Antes de que los panistas llevaran a cabo su convención para elegir a la planilla que los representaría en los comicios municipales del 10 de noviembre de 1985, por los corredores albiazules predominaban las preferencias a favor de Fernando Canales Clariond, quien había ganado reconocimiento en la contienda por la gubernatura en julio de ese año. Veámoslo a continuación.
Esta esperanza duró poco tiempo. El 4 de septiembre, en rueda de prensa, anunció que no iría por la alcaldía regiomontana, regresando a su actividad empresarial. Mencionó como posibles candidatos para Monterrey a Luis J. Prieto, Mauricio Fernández Garza, Alejandro Páez Aragón y José Luis Coindreau, asegurando que son “los nombres más fiables para integrar la candidatura”.
La noche del Grito de Independencia, organizada por el PAN en el kiosco de la Plaza Zaragoza, fue el escenario ideal para destapar como precandidato a uno de los militantes que había barajado Canales: José Luis Coindreau, “El Coco”.
Este se comprometió a elaborar un programa con diversas propuestas “para revolucionar y sacar a Monterrey del abandono en que se encontraba”.
De manera presuntuosa, aseguró que ganaría la elección: “No tenemos contrincante, porque Farías (candidato del PRI) viene de pasar por la peor etapa en México y es el responsable en el estado también, ya que fue de los que empinó al país y lo castró económicamente”.
El 16 de septiembre, ante los medios, aseguró que incorporaría a las personas en la toma de decisiones para resolver los problemas de la comunidad y que crearía comisiones de ciudadanos para tratar problemas graves como la drogadicción y el alcoholismo. Ese mismo día, Pablo Emilio Madero, desde la Ciudad de México, pronosticó que Acción Nacional ganaría 2 a 1 las elecciones municipales de Monterrey, “si el voto ciudadano es escrupulosamente respetado”.
Aseguró también que los turistas no eran buenos gobernantes, en alusión al desarraigo de Farías.
El 20 de septiembre, ante más de 300 militantes, se realizó la convención municipal en la que resultó electo José Luis Coindreau. Fernando Canales fue el presentador de la planilla ganadora, quien definió al flamante candidato como “un gran mexicano, comerciante regiomontano y dispuesto a seguir derrumbando el sistema político nacional”.
Sobre la campaña, aseguró que sería positiva, alegre y convincente.
El programa básico de gobierno descansaría fundamentalmente en tres pilares esenciales: liderazgo social, participación cívica y responsabilidad administrativa. Al tomar la palabra, Coindreau manifestó que el mejor freno al centralismo político y al presidencialismo desmedido era el fortalecimiento del municipio libre, en su hacienda y en sus órganos de gobierno: “Con la misma voluntad y decisión, hoy iniciamos esta nueva etapa de desarrollo político, a sabiendas de que alcanzaremos ahora sí la meta que nos hemos fijado”.
Sobre su rival priista, opinó: “No tengo nada que decir de mi contrincante, Luis M. Farías. La preocupación de los regiomontanos no es el hombre, sino el sistema. Estoy seguro de que triunfaré y que tendrá que reconocerse el triunfo pues confío en el apoyo del pueblo”.
José Luis Coindreau nació en Monterrey el 7 de octubre de 1938, hijo del matrimonio formado por Luis Gustavo Coindreau y Concepción García de Coindreau.
De 1944 a 1953 cursó sus estudios elementales en el Colegio Franco Mexicano. En 1958 se graduó como Administrador de Empresas por la Universidad de Georgetown, en Washington, EUA.
A su regreso a Monterrey, fundó y presidió la empresa “Brite Lite”.
En 1965 se casó con Adriana Salinas Morales, con quien procreó dos hijos: José Luis y Adriana Guadalupe.
Fue presidente del Casino de Monterrey de 1971 a 1972 y posteriormente presidente de la CANACO, de 1973 a 1974. Fundó el Consejo Cívico de las Instituciones en 1975, fue consejero de la Universidad de Monterrey a partir de 1969 y miembro del PAN desde 1961.
Antes de iniciar su campaña, en entrevista exclusiva para un diario local, volvió a afirmar que ganaría la elección porque el pueblo estaba muy inconforme con el sistema. Sentenció que Luis M. Farías representaba un sistema que había provocado la crisis económica. Reiterando su triunfalismo, aseveró: “Creo que con Farías nos será más fácil ganar, porque es gente que estuvo 12 años fuera de la ciudad y, para conocerla, 40 días de campaña no son suficientes”.
Para esta contienda, el PAN participaría en 16 municipios.
En el área metropolitana se registraron: por Garza García, Alejandro Páez Aragón; San Nicolás de los Garza, Luis J. Prieto; Guadalupe, Mario Villalobos Hernández; Santa Catarina, Jesús Salvador Esparza Hernández; Villa de García, Secundino de León Treviño y por Escobedo, Jorge Luis Hinojosa Moreno. La oposición también postuló candidatos por la capital nuevoleonesa: el Partido Popular Socialista a Adrián Sabino Mendoza Villalón; el Partido Socialista Unificado de México a Abraham Nuncio Limón; el Partido Socialista de los Trabajadores a Horacio Salazar Ortiz; el Partido Demócrata Mexicano a Jesús Lázaro Cavazos Cavazos; y el Partido Mexicano de los Trabajadores a Juan René Zúñiga Cepeda.
De esta manera, siete partidos buscarían persuadir al electorado para ocupar la alcaldía de Monterrey, aunque la realidad hacía suponer que la lucha volvería a ser entre tricolores y albiazules. Veremos.