Baba Yagá
Tercera parte
De la violentísima saga de John Wick.
WIKIPEDIA: En la colección de cuentos de Afanasyev, Baba Yagá también aparece en Baba Yagá y Zamoryshek, Por orden del príncipe Daniel, Vasilisa la bella, Marya Moryevna, Reinos de cobre, plata y oro, El zar del mar y Vasilisa la sabia y Caballero sin piernas y caballero ciego (títulos en inglés de la traducción de Magnus).
Debido a su popularidad, Baba Yagá también ha aparecido en historias no eslavas. Se pueden mencionar sus apariciones en el mundo del cómic, especialmente del cómic adulto, en historietas como Hellboy, de Mike Mignola, perteneciente al sello Dark Horse, donde es antagonista en una de las historias, y una aparición fuerte en Fábulas, de Bill Willingham, perteneciente a Editorial Vertigo, donde es aliada de El Adversario. Además, toma la forma de Caperucita Roja para introducirse como espía en Villa Fábula en la saga La Marcha de los Soldados de Madera, enfrentándose finalmente a Frau Totenkinder. También hace una breve aparición en el tercer volumen del cómic Los Libros de la Magia, de Neil Gaiman, atrapando al protagonista hasta que es rescatado por Dr. Occult cuando éste amenaza a la bruja con revelar su nombre en la Tierra de las Hadas.
En la historia titulada La Caza, perteneciente a la antología Fábulas y Reflejos (Sandman 38, jun 1992), también escrito por Neil Gaiman, Baba Yagá interviene (a cambio de un precio) para ayudar al protagonista a encontrar a la mujer que creía amar. Se le describe más robusta pero de piernas huesudas.
También aparece en el cuento infantil Las Aventuras de Vania el Forzudo, de Otfried Preussler, donde Baba Yagá constituye el segundo gran enemigo de Vania, la cual derrota con su lanza, y como recompensa ella le da el caballo Varón, el más rápido de toda Rusia.
En la película Inocencia rebelde, la protagonista utiliza constantes paralelismos sobre Baba Yagá.
En 1990, hace una aparición como parte de una línea de juguetes lanzados por Matchbox en su línea Monster in My Pocket o Monstruos de bolsillo, que eran figuras coleccionables de plástico de no más de 5 cm de altura y de variados colores, los cuales se colocaban dentro de un volcán negro igualmente de plástico. En esa ocasión se la representaba como una horrible bruja robusta de aspecto grotesco, nada huesuda como en la mitología rusa; viajaba a toda velocidad dentro de un caldero negro impulsado por una vieja escoba voladora y usaba un collar con dos cráneos humanos como colguijes. Entre la información detallada sobre esta variante de Baba Yagá se conoce que medía 1.80 metros, tenía la espalda y el resto del cuerpo cubierto por llagas o ámpulas y también se sabe que nació en el Siglo XII en algún bosque remoto de Rusia.
La figura de Baba Yagá aparece en el filme de dibujos animados Bartok el Magnífico, siendo una bruja con una personalidad más humanizada a como se la suele representar y, si bien durante la película sí que se la presenta como un ser al que temer, cruel, carente de sentimientos, cuya casa se alza sobre unas largas patas y para acceder a la cual se requiere resolver un acertijo, al final la bruja revela sus buenos sentimientos y adopta una perspectiva más benigna.