Hace unos días conocí a un joven que me dijo algo que me sorprendió: “No sabía que Nuevo León tenía frontera”. Aunque el mes pasado el Puerto Colombia México-Estados Unidos celebró su 34° aniversario, todavía hay muchos neoleoneses que no lo conocen. Y esto no es culpa del joven ni de Nuevo León, sino de décadas de malos gobiernos que, por 30 años, lo dejaron en el olvido: no le invirtieron un solo centavo, no promovieron su uso y hasta estuvieron a punto de perderlo.
Hoy, la historia es muy distinta. El gobierno actual reconoció su potencial desde el día uno, rescató el Puerto Colombia del olvido y lo convirtió en un proyecto clave para el nearshoring, estrategia que ha captado más de 90 mil millones de dólares en inversión extranjera en el estado y generado más de 380,000 empleos en lo que va del sexenio.
El Puerto Colombia ha sido uno de los principales motores de este boom económico, fruto de la renovación total que emprendió el Gobierno del Estado: se aumentaron los carriles de exportación de 3 a 5 y se reconstruyeron los de importación. Casi se duplicaron las casetas de exportación (de 7 a 12) y se construyó el primer complejo habitacional para empleados de empresas en el puerto. Además, seguimos trabajando en la nueva red carretera que conecta el estado de norte a sur con la aduana, a través de la Carretera Gloria-Colombia.
Y por si fuera poco, se construirán dos puentes adicionales en el puerto. Tendrán cuatro carriles cada uno y ya cuentan con permiso presidencial, gracias a la buena relación de este gobierno con los gobiernos estadounidenses.
Todo esto ha ampliado su capacidad y mejorado su eficiencia exponencialmente. Tanto así que los cruces diarios aumentaron de 3,200 a 8,000. Esto representa un incremento del 150%, y se proyecta que para 2030 llegaremos a 18,000. Como resultado, la Aduana Colombia-Laredo hoy tiene la segunda mayor recaudación del país, con un total de $1.3 billones de pesos en operaciones durante 2024. Y, en lo que va de este año, ya registró un aumento del 23 por ciento.
Lo más importante es que cada cruce se ha dado en estrictas condiciones de seguridad, ya que se reforzó el destacamento de Fuerza Civil en Anáhuac, pasando de 35 a 350 elementos. Ahora trabajan en coordinación con fuerzas federales desde el Regimiento de la Guardia Nacional aledaño, y en conjunto con autoridades estadounidenses realizan inspecciones en la aduana. Este es el único checkpoint en México que realiza inspecciones conjuntas y está avalado por la CBP de Estados Unidos.
Esta administración logró convertir un puerto abandonado en una herramienta clave para el desarrollo. Pero esto es solo el inicio. Con el nuevo tren Monterrey-Laredo, el Corredor Verde automatizado y nuevos desarrollos industriales, apuntamos a ser el polo comercial más competitivo del mundo.
Ahora sí, quién no lo sabía, ya lo sabe: Nuevo León tiene frontera, y hoy es la aduana más rápida, segura y eficiente de México.
