Bienestar Vs. maltrato animal
Bienestar Vs. maltrato animal
Hace algunas semanas hablamos de “cosas de perros y gente buena”, hoy tenemos que platicar de lugares donde se tiene a seres sintientes bajo condiciones muy precarias de su espacio o de sus condiciones de salud, sin entrar en eso que se especula que se entrena para dañar a otros seres iguales.
Existen diferentes criterios de tribunales de otras naciones que han elevado a estos seres que antes fueron simplemente mascotas a ser animales de compañía o de servicio para personas con alguna capacidad diferente, también como seres miembros de las familias a quienes se les otorgan ciertas consideraciones o derechos como a tener una vida digna, no ser sujetos a maltrato, de recibir atención médica especializada, poder ser admitidos en centros comerciales, parques, en medios de transporte, entre otras cosas.
Bajo este orden de ideas, ya muchas familias en nuestro estado comparten esa forma de pensar y de vivir, nos preguntamos ¿si alguien estaría dispuesto a vender o tener reproduciéndose y viviendo en muy poco espacio algo así como un corralito de 2 metros cuadrados, sin ejercitarse, ni pasear, viviendo entre sus propios desechos, etc., a uno de los miembros de su familia?
En esta industriosa y cosmopolita área metropolitana hemos tenido una enfermedad que afecta primero a los perritos, entiendo que provocada por la picadura de las garrapatas, pero que luego ha llegado a contagiar a seres humanos y esto tiene ya 34 personas fallecidas por la enfermedad llamada rickettsiosis. Para abordar este problema hay que hacer acciones contundentes para prevenir y evitar la sobrepoblación de canes, sobre todo los que no tienen un hogar, ni quien los cuide. Regularmente lo que ocurre con estos perritos es que son llevados a los centros caninos y felinos municipales, donde permanecen algunos días buscando que sean adoptados y los que no, pueden tener un final que a los protectores de los animales no les gustan pero que se vuelven necesarios para el control sanitario y evitar que afecten más la salud de las personas humanas (luego la ciudadanía piensa que estos centros son lugares donde se pueden ir a dejar los perros que no quieren, siendo que la ley no lo contempla así).
En la actualidad se está dando cumplimiento a la Ley de Protección y Bienestar Animal para la Sustentabilidad del Estado de Nuevo León, que data de 2016; en ella se establecen reglas para la reproducción y traslado de un animalito de una familia a otra; es decir, que al igual que en el código de ética de los médicos veterinarios, se prohíbe comercializar con los animalitos y también fomentar la reproducción con fines comerciales. Estas reglas son reguladoras y tienen el propósito de que se desarrolle una cultura para los humanos de cómo es mejor la convivencia con los seres sintientes.
Actualmente, la autoridad de Medio Ambiente trabaja intensamente en temas de bienestar animal, dentro de este rubro existen una cantidad importante de denuncias que se atienden y a últimas fechas se ha intervenido en varios sitios donde existen actividades irregulares, donde la procuraduría especializada, en conjunto con autoridades policiacas, has tenido que entrar a predios donde se encontraba una cantidad muy grande de caninos, mismo que han tenido que ser trasladados para su custodia por parte del estado. Pero son tantos los casos y los ejemplares, que ya resulta necesario la creación de un centro de atención a víctimas del maltrato y la crueldad animal, lugar donde puedan recibir, en primer lugar, un trato digno, atención médica, así como preparar un proceso de adopción a quien les pueda dar la oportunidad de una vida de perro de familia, que los alimente, cuide y procure.
Cada operativo en los que se han localizado a decenas de perritos tiene actualmente verdaderos problemas de resguardo y atención a los animales, lo que abre una nueva ventana de necesidades para atender por parte de la autoridad competente y que seguro implicará ampliación de presupuesto para poder contar con un área en donde se pueda atender este tipo de eventos que por su naturaleza requieren de tener custodia física y legal. Esta situación es algo que hace pocos meses no se consideraba, pues los aseguramientos eran prácticamente individuales y era muy manejable con el talento y habilidades de los servidores públicos que se esfuerzan en cumplir y añadir un plus a su trabajo.
Dicho lo anterior, esta es una muestra de que las condiciones para realizar trabajos en favor del medio ambiente se tienen que ir adaptando a las nuevas necesidades que van surgiendo.
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