Estamos fritos
Estamos fritos
La contaminación ambiental no da tregua. En lo que va del año 2023, llevamos siete contingencias ambientales que dan cuenta de la grave situación que vivimos en el área metropolitana de Monterrey, debido a la mala calidad del aire que respiramos y que nos cuesta, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, más de 5,000 muertes prematuras al año en Nuevo León.
A un año seis meses de iniciada la administración del gobernador Samuel García, con dos secretarios de Medio Ambiente de por medio, se lanzó en esta semana el Plan Maestro de Corresponsabilidad para la Calidad del Aire, con la promesa de que en el año 2027 se tendrán resultados, lo que significa que durante los seis años de gobierno de Samuel García respiraremos veneno.
Al inicio de la presente administración estatal, el gobernador aseguró que con la nueva creación de la Secretaría de Medio Ambiente, con un titular especialista al frente y con la presentación de un plan ambiental, en dos años acabaría con la contaminación y que de no hacerlo así estaríamos fritos, y no se equivocó, estamos fritos.
La contaminación ambiental no se acaba con un manual de buenas intenciones, requiere de la acción integral de muchos sectores de gobierno y de la sociedad, cabildeo legislativo, con mano firme para la aplicación de políticas ambientales y controles de emisiones que cumplan los lineamientos y acciones medibles para alcanzar las metas trazadas.
Lamentablemente, en los ocho ejes que integran el plan maestro que el gobierno anuncia, se carece de lineamientos, metas de corto, mediano y largo plazo; acciones concretas, actores locales y federales involucrados, fechas y trabajo integral con la sociedad.
Existen grandes desafíos, la modernización de la refinería depende de la Federación y requiere de un plan de trabajo técnico con presupuesto federal asignado. Los accesos a créditos para vehículos eléctricos deben ser obligatoriamente para vehículos de transporte público, de aplicaciones, taxis y reparto, que son quienes circulan todo el tiempo sin restricciones por las ciudades. La designación de carriles de alta ocupación vehicular se antoja casi imposible, cuando ni siquiera se puede desahogar el carril exprés en horas pico. La construcción del periférico para carga pesada logra sacar vehículos pesados, pero no consigue liberar las vías internas. Reforestación es algo tan abstracto, todas las administraciones municipales y estales lo prometen siempre y la ciudad no se ve más arborizada; por el contrario, con las medidas restrictivas de uso de agua del año pasado se murieron muchos árboles y vegetación debido a la prohibición de riego por parte de Agua y Drenaje. La parte menos clara es la referente a regulación de empresas, los compromisos no son claros y suenan a retórica. Para la creación de la Agencia de Calidad del Aire es impensable el Congreso del estado, y dado el enfrentamiento que existe del Poder Ejecutivo con el Legislativo y sin claridad en los objetivos, suena más bien a más burocracia. El programa para reducir emisiones de la industria es muy abstracto, debe ser dado a conocer a detalle con el compromiso del sector, ya que su legislación es federal. La parte de educación y la prohibición del carbón vegetal requiere que se detalle mejor para que sea efectiva su aplicación y beneficio.
Con este panorama sin duda seguiremos teniendo años muy adversos en materia de calidad del aire, seguiremos siendo campeones en emisiones de partículas, continuarán los altos niveles de polvos, no bajarán las emisiones de efecto invernadero ni el ozono. Lo mejor es que cada quien seamos conscientes de nuestras emisiones y hagamos lo posible por reducirlas al máximo, porque de otra manera seguiremos estando fritos.
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