Opinión

Hasta siempre Paco

La gastronomía norestense está de luto.

Recuerdo la primera vez que conocí a Paco. Yo estaba dando una clase de cuarto semestre, él en primero y recuerdo que tenía “diferencias” con su maestra. Malamente, empecé a imaginar que tendría problemas cuando estuviera en mi clase.

Un poco después, me dijeron que era “el del Pipiripau”. Finalmente, llegó el día en el que fue mi alumno. Quiero recordar que tuvimos pocas o ninguna diferencia. En esos días me quedó claro la clase de persona que era y entendí las diferencias que había tenido.

Era el dueño de un negocio, con la suficiente humildad para entrar a una escuela de cocina, pero al mismo tiempo, con la suficiente seguridad para saber lo que sabía y no dejarse si le regañábamos por cosas que no le parecían correctas.

Estaba tomando clases de cocina, a pesar de que ya tenía muy buen sazón. Quiero pensar que, además de conocer más cosas, quería pulir su técnica o quizás aprender algo de lo que la escuela daba de teoría.

Raras veces suelo tener contacto con alumnos en redes, pero ya que no le daba clases, ya no era mi alumno, así que acepté una solicitud de Facebook. Ahí conocí más de la cotidianeidad de Paco. Obviamente hablaba de su negocio, El Pipiripau, y del proyecto del Blog que había cofundado.

Me queda bien claro, que la comida era una de sus más grandes pasiones, pero también lo eran sus Rayados. Igual que en la escuela, a su equipo lo criticaba si algo no le parecía. Cuando la selección fue al mundial, con varios Rayados, hizo un chiste magistral augurando el mal resultado. También por “el face” me quedó claro que el verdadero gran amor de su vida era su familia: Su esposa y sus hijos.

Del Pipiripau, hay que decir que lo conocí años antes de conocer a Paco. Desde la primera visita me quedó claro que es un referente en cuanto al cabrito en nuestra ciudad. Negocio familiar desde los noventas, y no sé desde cuándo había asumido Paco la responsabilidad de dirigirlo.

Sí pude ver que bajo su cuidado, el negocio creció y se expandió. Quizás por eso, o quizás por la personalidad de Paco, pero llegó hasta a figurar en series internacionales, como Las Crónicas del Taco de Netflix y en la temporada que pasó por México de Locos por el Asado.

Paco y yo conversábamos ocasionalmente, le preguntaba cosas, y en otras ocasiones él a mí. Además de la humildad de la que ya hablé, Paco era también generoso y dispuesto a ayudar, seguramente muchos de los colegas y compañeros lo podrán constatar.

También era sincero, al punto de que a algunos les incomodaba, pero al menos hasta donde yo vi, muchos de los comentarios “incómodos” eran en defensa de colegas. No me basta el espacio para hacerle justicia, pero nos va a hacer mucha falta.

El sábado pasado, nos levantamos con la noticia de que Francisco “Paco” Caballero se nos adelantó. 


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