Opinión

La noche del fétido olor en Nuevo León

Un extraño suceso se registró la noche del pasado lunes en Nuevo León, mismo que provocó alerta y preocupación entre la ciudadanía. Poco antes de las 22:30 horas un fétido olor fue percibido en todo Monterrey y su área metropolitana, el aroma era insoportable.

Fue así como en cuestión de minutos las redes sociales y los grupos de WhatsApp comenzaron a inundarse de miles de mensajes donde la población reportaba la situación y cuestionaba qué estaba pasando. ¿A qué huele Nuevo León? Fue la pregunta que se instaló en miles de hogares.

El espantoso olor se registró en todo Monterrey, Guadalupe, Cadereyta, Juárez, San Nicolás, Apodaca, Escobedo, García, Santa Catarina y San Pedro. Naturalmente la preocupación entre la ciudadanía fue en incremento, ya que no sabíamos qué estábamos respirando y si se trataba de algo peligroso.

Pasó la noche y entró la madrugada del martes, pero ninguna autoridad informó sobre qué estábamos oliendo y si esto era peligroso o no, por lo que la incertidumbre se extendió. Lamentablemente, el gobernador Samuel García no dijo nada al respecto, y tampoco se emitió un comunicado oficial por parte del gobierno del estado de Nuevo León.

Fue hasta después del medio día del martes que Samuel García dio una declaración sobre el extraño hecho, señalando que detectaron que en la refinería de Pemex ubicada en Cadereyta comenzaron a operar nuevas calderas “más chaparras” provocando que los gases se esparcieran por el viento, sin embargo indicó que no pueden emitir una resolución de la investigación ya que deben de darle a Pemex un derecho de audiencia.

Después de las 13:00 horas del martes, la Secretaría de Medio Ambiente del estado de Nuevo León emitió un listado de conclusiones preliminares del que llamó “incidente de la noche del 13 de marzo de 2023”, donde se indicaba que fue ocasionado en su gran mayoría por una fuente importante de SO2 ubicada al este del área metropolitana, describieron el gas como un olor áspero y picante que provocó síntomas agudos en la población.

La dependencia dijo que fueron principalmente síntomas en las vías respiratorias y en la boca, y que estos síntomas reportados por la población coinciden con los provocados por la inhalación de distintos gases, como el dióxido de azufre (SO2). Aseguraron también que se está indagando el hecho.

Es entendible que las autoridades tengan que seguir protocolos de investigación ante una situación así, pero también hay que señalar que una de las principales obligaciones de un gobierno es proteger a la población, entonces el informar hasta la tarde del martes es un error, ya que ante una situación de emergencia era urgente que alertaran a la ciudadanía.

Insisto, es comprensible que no se tuviera una conclusión tan rápido porque hasta ahora no la tienen, pero si las autoridades detectaron que se estaba esparciendo dióxido de azufre por todo Monterrey y el Área Metropolitana, era urgente que se emitiera información oficial para proteger a la ciudadanía.

Otro punto importante es que lo ocurrido la noche del lunes no fue cualquier cosa ya que el respirar SO2 puede provocar quemaduras en la nariz, en la garganta y en los pulmones, además de dificultad para respirar, daño en el sistema respiratorio, agravamiento de asma y enfisema. ¡Eso no es cualquier cosa!

Si cualquier empresa hubiera sido la fuente de la gran cantidad de químicos esparcidos durante la noche del lunes y la madrugada del martes por toda el área metropolitana es muy probable que las autoridades hubieran acudido de inmediato a parar la situación, pero fue en la refinería de Pemex… ¿Ahí no podían hacer algo? A eso súmenle la terrible omisión de no declarar nada cuando era urgente, porque prefirieron guardar silencio.

¿Tenemos un gobierno estatal que comunica mucho, no? Entonces si ocurre algo realmente importante o algo urgente como el hecho del lunes en la noche se esperaría que informaran a la población de manera oportuna. Es un tema de responsabilidad, porque de verdad es increíble que por no emitir a tiempo un comunicado se dejara a cientos de miles de personas expuestas a esta situación, sin saber realmente qué estaban respirando.


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