Los enemigos de Félix Arratia huelen a azufre

Quienes viajamos desde los años 80 a McAllen (ritual pagano de los nuevoleoneses) por la carretera antigua, sabemos que casi llegamos a nuestro hogar por el fuerte olor de la refinería de Cadereyta. Los padres mentirosos nos decían a los niños de entonces que el olor se lo ponían al gas para detectarlo en el ambiente.

En realidad, olía a azufre. Producir gasolina y diésel genera mucho azufre si se usan máquinas viejas.

El humo amarillento y cenizo que esparcen las fumarolas de Pemex, en Cadereyta, es azufre, no vapor, que es más bien blancuzco. Esto es lo que contamina el aire que todos respiramos y envenena nuestros pulmones.

Ahora, Félix Arratia, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, está en las redes sociales entre dos fuegos. O para ser más preciso, entre dos humos.

Por un lado, quieren lincharlo quienes exigen cerrar a como dé lugar la refinería de Cadereyta. Por otro lado, quieren quemarlo quienes exigen que a Pemex no se le toque ni con el pétalo de una rosa.

Ambos bandos están equivocados. Y pretenden llevarse de encuentro a este talentoso y comprometido funcionario nuevoleonés.

La refinería de Cadereyta es una espantosa fuente de contaminación.

Esto es un hecho. Su tecnología obsoleta clama por refacciones nuevas.

Pero los funcionarios de Pemex prefieren gastar el presupuesto en otra cosa, en vez de cuidar la salud de la gente de Nuevo León.

¿Merecen los sellos de clausura estas fumarolas? Sí. ¿Merecen ser clausuradas estas áreas obsoletas de Pemex? Sí. Como merecen ser clausuradas las fuentes de contaminación de cualquier empresa, pública o privada, que envenene nuestros pulmones.

Pero a los enemigos de Félix Arratia lo que menos les importa es librarnos de la contaminación.

Su plan es armar una campaña en contra del funcionario de Medio Ambiente con bots y fake news.

Buscan linchar a como dé lugar al joven funcionario quien hoy se sienta con altos directivos de Pemex para darle solución consensuada a este problema que daña gravemente la salud de los nuevoleoneses.

Ya déjense de politiquería. Ya déjense de usar la grilla para difamar a funcionarios como Félix Arratia que trabajan responsablemente y sin alarmismos.

Si proceden los sellos de clausura, que se los ponga a las fuentes contaminantes.

Y que no se deje de sus enemigos que huelen a azufre diabólico, igual que la refinería de Cadereyta.