Miedo y poder
Miedo y poder
Reflexiones sobre miedo y poder basadas en la película Apocalypto, por Alberto Retamar (bit.ly/3LWFG1c).
La película Apocalypto, de 2006, dirigida por Mel Gibson, se centra en la lucha de un aborigen por escapar de sus captores, de una cultura diferente y una civilización violenta.
Más allá de las críticas y los comentarios (“espejo de la violencia estadounidense”) y la posible tergiversación de la historia de los mayas (película hablada en lengua maya que remite a escenarios de esa cultura), es una ficción útil para abordar el tema del miedo y el poder.
Garra Jaguar es tomado prisionero para ser sacrificado como ofrenda a Kukulcán. Es un tiempo de hambruna y enfermedades para esa cultura, muy distinta a la del protagonista. A causa de un eclipse de sol es liberado (un giro inesperado del destino, interpretado como señal divina). Pero, él y sus compañeros son llevados a los límites de la ciudad para ser “cazados” mientras se les ofrece atravesar el terreno que los separa de la selva.
Logra escapar de la falaz prueba y, de ahí en más, transcurre una feroz persecución donde se pueden observar las creencias y las distintas estrategias del perseguido y sus perseguidores. En un mundo regido por el miedo y la opresión, deberá sobrevivir para salvar a su familia y liberarse.
Antes de estos episodios, la película se detiene en remarcar los rasgos culturales de este personaje, cómo convive su pueblo y las destrezas que han desarrollado. Se hace especial referencia en la manera de afrontar el miedo y el mantenimiento de un orden social estable y pacífico.
El contraste es evidente. Por un lado, los que tienen el poder de subyugar y someter a los diferentes, una cultura que intenta controlar su hábitat a través de la violencia, un pueblo que no logra percatarse de las serias afectaciones introducidas en su entorno. Por otro lado, pueblos dispersos que viven en armonía con “cierta ecología”, capaces de otras alternativas distintas para su subsistencia.
De una comunidad que no rivaliza, aunque cuenta con guerreros para su defensa, de una próspera aldea basada en la confianza, la película (aparte de buscar entretener o causar cierto impacto) pasa a mostrar una civilización destructiva, tan dañina que su tiempo se está acabando.
Miedo
Sin tener que “reinventar la rueda”, transcribo la parte que considero interesante de la definición de “miedo” que figura en Wikipedia, de fácil comprobación…
“El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad”.
Todavía, en muchos tratados, el miedo es explicado como una emoción o una “intensa sensación” compartida con los animales. Yo creo que es casi cierto, pero no se pueden reducir las causas a explicaciones biologicistas o hacer comparaciones tan simplistas. En nosotros, lo humano merece ciertas consideraciones especiales.
Al hacer cultura vamos haciendo nuestro mundo y a nosotros mismos. Muchos sostienen que la originalidad del “ser humano” está en haber roto con la determinación de su naturaleza animal para convertirse en un “ser cultural”. Por lo tanto, lo que nos determina está en nuestras producciones sociales, conscientes e inconscientes. Entonces, tomando esta idea se puede ver a los miedos como resultado de este hacer cultural, como formando parte de nuestra constitución subjetiva.
En la película, al comienzo, hay una escena donde un grupo de cazadores, de la aldea del protagonista, se encuentra con otra gente cuyas tierras fueron arrasadas. Antes de entrar al poblado Cielo Pedernal, el padre de Garra Jaguar le pregunta “¿Qué viste en ellos?”, y, ante la incertidumbre de su hijo, continúa: “… Miedo. Un miedo profundo… Se mete en el alma de cualquiera que lidia con él. Ya ha contaminado tu paz. No te crié para verte con miedo. Sácalo de tu corazón. No lo lleves a nuestra aldea”.