Opinión

No war, please!

No war, please!

Los discursos políticos son de las cosas más delicadas que existen, ya que las palabras de un mandatario pueden generar reacciones no sólo en su país sino alrededor del mundo. Con los dichos de un presidente se puede iniciar una guerra o se puede generar caos, el poder de la palabra de los poderosos es un arma, por eso quien está en el poder debe reflexionar su discurso y jamás debería de improvisar o tomarse a la ligera cualquier situación.

Hace unos días, desde Veracruz, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio un discurso muy fuerte, que incluso algunos calificaron como si casi estuviera declarándole la guerra a Estados Unidos. Si bien la tensión entre ambos países es evidente, la realidad es que a nadie le conviene que el conflicto siga escalando.

“En el caso de que se requiera defender el territorio, defender nuestra soberanía no debemos de olvidar que ya, como lo mencionó el almirante Ojeda, son otros tiempos. México tiene mucha autoridad moral, tiene el respaldo de la mayoría de las naciones del mundo y cuenta con la fuerza de la razón, y cuenta con la fuerza del pueblo, con la fuerza de la opinión pública”, declaró AMLO.

“Ningún gobierno extranjero se atrevería a poner un pie en nuestro territorio. De todas maneras, si lo hicieran, no van a defender a México sólo los marinos y los soldados, vamos a defender a México todos los mexicanos”, agregó López Obrador.

Las declaraciones del Presidente no son cualquier cosa, ya que insisto en que el poder de la palabra de un mandatario es algo que debería cuidarse, cada dicho tiene peso. Y si analizamos bien lo que dijo, evidentemente está hablando de un conflicto armado entre ambos países. Es increíble que en pleno 2023 estemos viendo este tipo de cosas, cuando objetivamente sabemos que por supuesto no nos conviene enfrentarnos con nuestros vecinos, con quienes por años hemos llevado una buena relación.

¿Se imaginan una guerra entre Estados Unidos y México? No tendría sentido para ninguna de las partes. Y es aquí cuando muchos se preguntarán cómo llegamos a esto, pues el reciente conflicto entre AMLO y los vecinos se ha originado por acusaciones de espionaje y filtraciones de información sensible. El motivo principal fue el ingreso de infiltrados a un cártel de drogas mexicano por parte de las autoridades estadounidenses y la divulgación de un conflicto interno entre la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El enojo de AMLO hacia el gobierno de Estados Unidos por las acusaciones de espionaje y filtraciones de información refleja una tensión en las relaciones bilaterales, además de que pone en evidencia la necesidad de establecer mecanismos de cooperación y comunicación más claros y respetuosos de la soberanía de cada país. Es fundamental que ambos gobiernos trabajen en conjunto para mantener una relación de colaboración y confianza, especialmente en áreas sensibles como la seguridad y la lucha contra el narcotráfico.

¿Qué pasaría si empieza una guerra entre México y Estados Unidos? Hay varios factores a considerar como la fuerza militar de nuestros vecinos que es considerada una de las potencias militares más grandes del mundo y que tiene gran presupuesto; las consecuencias económicas para ambos países ya que ocurriría una interrupción del comercio, la desaceleración económica y la pérdida de empleos; también es importante mencionar que se dañarían profundamente las relaciones internacionales porque un conflicto entre ambas naciones tendría repercusiones en todo el mundo, como en cualquier guerra.

Entre todas esas cosas feas que podrían surgir a consecuencia de una guerra entre Estados Unidos y México hay un tema primordial, y me refiero al impacto humanitario, ya que un conflicto así suele tener consecuencias devastadoras para la población civil. Los ciudadanos de ambos países sufrirían pérdidas humanas, desplazamientos, daños a la infraestructura y servicios esenciales.

La gran mayoría de los mexicanos no deseamos una guerra con Estados Unidos.

Históricamente, ambos países han sido vecinos cercanos y han mantenido relaciones diplomáticas, económicas y culturales importantes. Es importante que los líderes de ambos países trabajen en conjunto para fortalecer y mantener estas relaciones en beneficio de ambas naciones y sus ciudadanos.

México y Estados Unidos son vecinos cercanos y deben trabajar juntos para mantener relaciones saludables y beneficiosas para ambas naciones. Las recientes declaraciones del presidente AMLO pueden aumentar la tensión entre ambos países y no son la mejor forma de abordar los desafíos que enfrenta México. Es fundamental que se busquen soluciones pacíficas y se evite cualquier acción que pueda derivar en un conflicto.

No hace falta hacer un estudio de opinión para saber que la mayoría de los mexicanos no querríamos tener una guerra contra nuestros vecinos ni con nadie, porque nuestro país ya tiene de por sí muchos conflictos propios como para sumarle otros. No tendría duda de que la mayoría usaríamos playeras o pines con la frase “No war, please!”, leyenda que evidentemente también vitalizaríamos en redes sociales. Siendo muy sinceros ni nuestros vecinos ni nosotros estamos para guerras, porque simplemente no hay necesidad.


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