Notas sobre silencios
Notas sobre silencios
“Hay un ansia desesperada de silencio en medio de esta modernidad ruidosa, fugaz, superflua”.
La escritora, traductora y guitarrista, Elisa Corona Aguilar, estrena bajo el sello de la UANL su libro “Notas sobre silencios”, una miscelánea de ensayos en diferentes géneros, con amplias consagraciones a un tema que nadie desconoce, pero que a veces parecemos tratar de arrinconar: el silencio.
Wittgenstein trataba de precisar lo decible de lo indecible y escribió: “De lo que no podemos hablar debemos guardar silencio”. Sin embargo, para Corona, el silencio va más allá de lo que se puede o no se puede decir. Va con los espacios, lo corporal, lo ambiental, aquello que ella misma explica citando a Max Picard: el silencio es “una criatura prehistórica”.
Al compás de tres sucesos que desencadenaron el motor de este libro, la autora hace múltiples resonancias con su propia experiencia, recurriendo a la memoria, al testimonio, a la poesía, al recurso de las imágenes, y vuelca lo profundo en algo que como lectora conseguí intuir: el silencio también es parte de la imaginación y la mirada.
De la imaginación primero, porque logré, ensimismada en la lectura, escuchar la mudez del puño al aire cuando discurría su voz en cada página para llevarme al terremoto de la CDMX en 2017. Otro silencio que comparte me hizo imaginar el espacio de un aula universitaria en Michigan.
Imaginé en ese mutismo propio del acto de recordar y escribir, esa parte de una historia de vida en capítulos de resonancia con el silencio, un camino infinito con sus señaléticas que también pude descifrar con la mirada de su autora.
Ese silencio amplificado en las páginas indaga y explora a algunos autores que a su vez pisaron el terreno de hablar sobre el lenguaje de lo que no se dice y no se escucha, del simbolismo, del conocimiento y su trascendencia monástica y hasta presidiaria.
Referencias a Susan Sontag, Jane Brox, John Cage, Erling Kagge, Yoko Ono, Max Picard, entre otros, hacen de “Notas sobre silencios” un conjunto de impresiones sonoras en lo cotidiano, histórico y urbano.
“Este libro es un metatexto, un bosquejo de mis propios márgenes…”, dice Corona, y así al leerla, establecemos códigos diversos de empatía y reflexión sobre el silencio que difícilmente podemos desatender en la medida de nuestra cotidianeidad.
Por su obra literaria, Elisa Corona ha merecido el Premio Nacional de Ensayo Joven José Vasconcelos y el Premio Internacional Sor Juana Inés de la Cruz.