Nuevo mapa electoral
Nuevo mapa electoral
Hasta antes de las elecciones de 2018, el PRI y el PAN concentraban la mayoría de las gubernaturas (27). Ese año, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, Morena ganó sus primeros cinco estados: Ciudad de México, Morelos (bajo las siglas de Encuentro Social) y Tabasco, en poder del PRD; en Veracruz se impuso al PAN y en Chiapas, al Partido Verde. Acción Nacional conservó Guanajuato, Puebla y Yucatán. Movimiento Ciudadano obtuvo su primera gubernatura en Jalisco con Enrique Alfaro, exalcalde de Guadalajara y uno de los aspirantes a la presidencia para la sucesión del año próximo.
El rechazo ciudadano a la partidocracia por la pérdida de identidad y la concurrencia de intereses cupulares entre las tres principales fuerzas se expresó con el cambio en la dirección política del país y los estados. En Puebla y Baja California —donde gobernó 30 años—, el PAN fue derrotado por Morena en 2019. Dos años después, el partido de AMLO le ganó al PRI siete estados (Campeche, Colima, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Zacatecas y Tlaxcala), tres al PAN (Baja California, Baja California Sur y Nayarit) y uno al PRD (Michoacán), con lo cual se quedó sin ninguno después de haber gobernado siete.
La tendencia favorable a Morena se mantuvo en 2022 al ganar cuatro de seis gubernaturas. Venció al PRI en Hidalgo, donde inauguró la alternancia, y Oaxaca; y al PAN, en Tamaulipas y Quintana Roo. Acción Nacional conservó Aguascalientes y el PRI recuperó Durango donde se registran los únicos triunfos de la coalición Va por México (PAN-PRI-PRD). Este año, los únicos estados que elegirán gobernador son Coahuila y Estado de México, en manos del PRI desde hace 94 años. Acción Nacional y el partido del sol azteca irán en alianza con el Revolucionario Institucional para intentar frenar a Morena, pues de otra manera el riesgo de perder sería mayor.
Ser escenario de las elecciones previas a las presidenciales de 2024, para las cuales Morena aventaja en las intenciones de voto, confiere a Coahuila y Estado de México especial significado. Primero porque en caso de perder, el PRI virtualmente desaparecería; y segundo, por el momento anímico. Va por México necesita dar señales de vida, pues a tres años de su formación, promovida por intelectuales, organismos civiles y activistas políticos, suma más fracasos que victorias. Para el partido fundado por López Obrador el triunfo en los estados gobernados por Miguel Riquelme y Alfredo del Mazo lo acercaría aún más a un segundo periodo presidencial.
Las elecciones no están decididas. En 2017 el PRI estuvo a punto de perder Coahuila y Estado de México. El primero con Acción Nacional y el segundo con Morena. En Edomex, el partido de la 4T volvió a postular a Delfina Gómez, ahora en alianza con los partidos Verde y del Trabajo. La candidata de la coalición Va por México es la priista Alejandra del Moral, y de Movimiento Ciudadano, Juan Manuel Zepeda, ex militante del PRD.
En Coahuila el panorama para Morena es adverso. La nominación del empresario Armando Guadiana dividió al partido guinda, cuya estructura y consejo estatal apoyaban a Ricardo Mejía, y lo hizo perder dos aliados. El Partido del Trabajo prefirió postular al exsubsecretario de Seguridad Pública, y el Verde se decantó por Evaristo Lenin Pérez en sociedad con Unidad Democrática de Coahuila. En una elección competida los votos del PT y el Verde le habrían dado a Guadiana un margen para ganar —como puede suceder en Edomex—, pero sin ellos el candidato de la coalición PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez, lo supera por mucho.