Hace unos momentos me senté con Emiliano, un compañero de esta nueva generación que cree que Green Bay es la octava maravilla del mundo… en fin, dejémoslo ahí. Yo sólo asentí y dije: “Ok, seguimos” y hablamos de nuestros pronósticos.
Arranquemos con Jaguars Vs. Seahawks. Emiliano, distraído por la épica victoria de Jacksonville contra los Chiefs, parecía haber perdido el olfato deportivo.
Lo entiendo: Trevor Lawrence lideró una serie de siete jugadas, 60 yardas y 1:45 en el reloj para ganarle a Kansas City.
Sí, impresionante, no voy a discutirlo. Gracias a eso, los Jaguars suman cuatro victorias en sus primeros cinco partidos por quinta vez en la historia de la franquicia. ¡Aplausos! Pero, por más que quiera emocionarme, Seattle es un equipo más maduro.
Su ofensiva ahora da miedo: Sam Darnold jugando como un QB que salió de un videojuego, Jaxon Smith-Njigba luciendo como candidato temprano a Jugador Ofensivo del Año, y Puka Nacua brillando también. La defensa ha tenido sus momentos, sí, pero los tropiezos del último cuarto dejan ver vulnerabilidad. Por eso, mi pick: Seattle. Sorry, Emi.
Ahora pasemos a Buccaneers Vs. 49ers. Emiliano palomeó a Tampa Bay y yo a San Francisco. Resultado: Pronóstico reservado.
Baker Mayfield tiene ese talento especial que convierte coraje en victorias donde menos lo esperas.
Si viste a los Buccaneers contra Seattle, sabes de qué hablo. Pero los 49ers tampoco se quedan atrás: anotaron touchdowns en sus primeras dos series, y Mac Jones, quien sustituye a Brock Purdy, lanzó para 342 yardas sin sus principales receptores. Sí, eso podría ser la clave. Adaptación, adaptarse es lo que hace la diferencia. Mi pick: “Los panchitos”.
Y para cerrar, Bears Vs. Commanders. Emiliano está embelesado con Caleb Williams, y yo… bueno, aprendes a confiar en Jayden Daniels.
Ambos han estado a la altura de las expectativas, pero Washington llega con ventaja: Menos errores, más temple y un equipo que sabe cerrar partidos. Mi pick: Commanders. Suerte, Emi.
En fin, ahí están mis pronósticos. Emiliano sigue soñando con Green Bay y yo disfruto viendo cómo la realidad le da cachetadas.
Porque esto es futbol americano: Héroes improvisados, sorpresas a cada minuto y un placer culposo de cínicos.
