¿Qué harías tú si un amigo tuyo quiere atenderse su cáncer con chochos?
¿Qué harías tú si un amigo tuyo quiere atenderse su cáncer con chochos?
A un amigo con mucha lana, de San Pedro, con seguro de gastos médicos mayores, le detectaron un tumor de páncreas, de crecimiento lento y relativamente manejable.
Su oncólogo le introdujo un endoscopio por la garganta y con una aguja extrajo algunas células tumorosas.
El diagnóstico indicaba eliminar quirúrgicamente el mal antes de que se diseminara a otros órganos, así que se programó rápidamente la cirugía.
Pero un par de días antes de su operación, mi amigo me dijo que no: prefería tratarse el tumor con métodos alternos y no con la medicina convencional de extirpación y quimio.
Su familia y sus amigos pusimos el grito en el cielo. Decidió iniciar (según él) una dieta saludable, libre de proteínas y carbohidratos y añadir un tratamiento de acupuntura y ejercicios de meditación para limpiarse mente y cuerpo.
Cuando le pregunté los motivos por los que siguió un camino tan controvertido para atender su enfermedad, me respondió que quería ser recordado como un héroe, como un valiente; aunque fracasaran sus remedios y curaciones naturistas, su lucha en el campo de batalla de la salud, sería un ejemplo para sus hijos y nietos.
Le contesté como se le contesta a los amigos que uno más quiere: mentándole la madre. Mi amigo no está para dar lecciones a nadie. Al menos no con su enfermedad. Se trata de prolongar lo más posible su vida y de ganar tiempo para arreglar sus cosas personales antes de morir.
En cambio, si sigue posponiendo su operación no hará más que repetir el mismo error de muchos enfermos que tras sufrir padecimientos graves, deciden suspender el tratamiento convencional y cancelar una operación que les quitaría el tumor maligno para tratarse mejor con chochos, yerbas y meditación budista (con todo y saludo de lengüita).
Ambas medicinas (la convencional y la alterna) pueden combinarse, eso está muy bien, pero sin dejar de cumplir lo que la ciencia ha descubierto y establecido con rigor. La decisión de mi amigo es muy respetable: así está conforme con su conciencia, pero su negativa le causará una metástasis que lo llevará más pronto a un desenlace que yo ni su gente cerca queremos.
Y ahora el turno es tuyo: ¿estás de acuerdo con que se respete la voluntad de mi amigo o es mejor convencerlo de que se atienda con medicina convencional?
Déjame tu respuesta en eloygarza1969@gmail.com o en mi WhatsApp:
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¡Hasta la vista!