Opinión

¿Qué pesa más?, la 'gordofobia' o la salud

¿Qué pesa más?, la 'gordofobia' o la salud

Nuestra cultura ha cambiado mucho en muy poco tiempo, será que las nuevas generaciones ahora se muestran más sensibles (me refiero a los centennials) o que simplemente ahora entendemos que debemos ser más cuidadosos al expresar nuestras opiniones personales evitando ofender (¿los millennials?). Lo que queda claro es que el mundo ha cambiado y seguirá girando.

Hoy las redes sociales juegan un papel fundamental en la cultura de la “cancelación”, que en resumen breve significa cancelar a alguien por hacer algún comentario o acción que parezca inapropiado para cierto sector poblacional, y entonces es cuando una horda de odio se apodera a atacar a quien ofendió o insultó.

En últimas semanas hemos visto que en nuestro país se ha puesto de moda el término “gordofobia”, no por uno sino por varios hechos que siguieron en cadena e hicieron que se reforzara este término poniéndose en tendencia en las redes sociales. Los que atacan a los obesos dicen que es porque les preocupa su salud (aunque en muchos casos hay comentarios crueles o de burla), y los que atacan a los que atacan a las personas con obesidad dicen que cada quien tiene que preocuparse por su cuerpo y que nadie debería de señalar el físico de nadie. Parece una historia de nunca acabar.

No voy a hablar de esos casos específicamente porque sería entrar en polémica, pero sí voy a hablar de mí porque parece correcto empezar por uno mismo y creo que tengo el derecho de expresarme desde mi historia personal. Cuando era pequeña, a raíz de estar más de un mes internada por un problema de salud comencé a sufrir de obesidad, la verdad no fui una niña bulleada ni tampoco discriminada por ser gordita, no tengo traumas infantiles ni juveniles por ese tema, la realidad es que la historia se complicó de adulta.

Llegando a mis veintes empecé en las redes sociales, el número de seguidores se incrementaba diariamente y yo también me iba posicionando porque aún sin estar en un medio de comunicación tradicional la gente me fue colocando como referente e influyente (antes de que nacieran los influencers como tal). Siempre opiné de temas sociales y políticos, pero mis detractores en lugar de debatirme con argumentos se encargaban de hacerme burlas respecto a mi físico, me mandaban fotografías mías burlándose de mí y diciéndome cosas como “gorda”, “marrana”, “cerda”, “asquerosa” y muchos dichos más por mi evidente sobrepeso.

Todas esas burlas, acoso y críticas causadas por “trolls” dirigidos hacia mi persona y que recibía todos los días no me afectaron, la realidad es que nunca me hicieron sentir mal ni me hicieron llorar, sino todo lo contrario, sinceramente provocaron que tuviera más seguridad en mi misma. Quienes me conocen saben que aunque estuviera gordita yo siempre fui muy segura de mi misma y nunca me sentí menos por mi sobrepeso, entonces quiero especificar que no me importó lo que dijeran de mí.

Nada de eso me afectó y yo no tenía intención de aceptar que la obesidad en mí era un problema real… Pero por supuesto que sí era un problema real de salud, y me di cuenta cuando en unos exámenes médicos me detectaron resistencia a la insulina que significaba un paso previo a la diabetes, y me preocupé porque yo no quería estar enferma. Fue hasta que yo me di cuenta de que tenía que bajar de peso por mí, por mi salud y por mi futuro, que así lo hice.

Sin motivación de las críticas, acoso o burlas lo logré, la realidad es que fue por decisión propia y por el miedo a que se agravara una enfermedad, así que con dieta, ejercicio, disciplina, voluntad, fuerza y resistencia logré bajar 34 kilos, y aún no canto victoria porque si bien la resistencia a la insulina desapareció gracias a mi esfuerzo personal, sé que todavía puedo lograr más.

¿Por qué les platico mi historia? Porque desde mi punto de vista puedo afirmar que en mi caso personal la “gordofobia” no me afectó, lo que sí apretó el botón fue el miedo a la diabetes. Entiendo que todos debemos respetarnos pero también es importante recalcar que la obesidad es un problema en México y que no se debería ignorar.

La obesidad es una pesada carga económica para el país, y sí hay que destacar que ninguna otra administración había hecho una campaña de prevención de la obesidad tan fuerte como la actual, y eso está bien porque se contribuye a la cultura de la buena alimentación, y ojo aquí, esto no es por vanidad sino por salud.

La Secretaría de Salud estimó que en 2017 el costo total de la obesidad ascendió a $240,000 millones de pesos, previendo que en este 2023 podría alcanzar los $272,000 millones de pesos, queda claro que es una pesada carga económica para el país. El 73% de la población en México sufre sobrepeso, por supuesto que es preocupante. La propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que este problema de salud en nuestro país ha alcanzado niveles alarmantes, siendo uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Más allá de la “gordofobia” expuesta en redes sociales y de ser tan sensibles ante los comentarios ajenos, reflexiono que tendríamos que preocuparnos por lo verdaderamente importante; es decir, darle foco al verdadero problema, que la obesidad es un tema de salud y que es una carga económica para el país, si nos centráramos en eso entonces podríamos tener buenos resultados colectivos y no distraernos subiéndonos “al tren”.

Con la moda de la “cancelación” nos damos cuenta de que la libertad de expresión no es aplicable en muchas ocasiones y que ahora nos tenemos que basar en el manual de lo políticamente correcto a la hora de expresarnos. Así es ahora, y es una situación tan singular porque nos jactamos de tener muchísimas más libertades que antes pero eso, no es cierto.


Etiquetas:
×