Opinión

Samuel García y el historial de la política vieja en negocios ilícitos

Samuel García y el historial de la política vieja en negocios ilícitos

Si Samuel García logra consolidar a Nuevo León como un hub de electromovilidad; es decir, como una comunidad de emprendimiento colaborativo, de alto valor agregado, podremos crecer 10% anual, como dice Salvador Alva.

No es sueño guajiro, pero dependerá de que los nuevoleoneses migremos a una economía del conocimiento. Y de que el gobierno estatal erradique la corrupción de la política vieja.

El gobernante estaba ahí en pasados sexenios no para incentivar el talento de negocios, sino para hacer negocios ilícitos. Alentar los negocios es una cosa; otra muy distinta es hacer negocios a costa de nuestros impuestos.

La economista Mariana Mazzucato nos habla del “estado emprendedor”. El gobierno de Nuevo León no era un estado emprendedor: era un gobierno depredador. No apoyaba a los emprendedores privados, colmaba de dinero sus propios bolsillos.

El capital humano, el talento, son energías que deben ser detonadas por el estado emprendedor para que sean el motor de la economía local. Y este es lo que Samuel García define como el “Momento de Nuevo León”. Ya estamos a un paso de ser el estado que más modelos de autos eléctricos produzca en todo América Latina.

Esto se debe a que el gobierno de Samuel cataliza bien el boom económico que vive la entidad, a que somos el estado con mejores condiciones para invertir, a que se están fincando las bases para la movilidad eficiente que siempre debimos tener (mérito de Hernán Villarreal).

También se debe a que se propicia una sinergia laboral sin precedentes en la Secretaría del Trabajo (mérito de Federico Rojas), a que se cuenta ya con una plan para un medio ambiente más sano que pronto verá resultados (mérito de Félix Arratia).

El crecimiento económico ya no se dará en países sino en regiones concretas. ¿Un ejemplo? Silicon Valley. ¿Otro ejemplo? Bangalore, en India. Viene Nuevo León como otra sociedad del conocimiento. Y viene el reto de traducir esta derrama económica en beneficio para todas las familias nuevoleonesas, especialmente de escasos recursos. ¿Peligros? Las oleadas de migrantes que conduce el crimen organizado y la crisis de la distribución del agua tan sujeta a la corrupción. Pongamos manos a la obra.


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