Terminator en la cocina
Las inteligencias artificiales y la cocina.
Últimamente, el tema en boca de todos ha sido el del desarrollo de las inteligencias artificiales (IA o IAs) y de paso los riesgos que este desarrollo puede traer. Todos los que crecimos durante los años 80 y 90 recordamos la historia de Skynet, la inteligencia artificial que un día decidió terminar con los humanos. Cada vez que vemos que Boston Dynamics publicita algún desarrollo en la capacidad de sus robots, muchos pensamos en las máquinas de las películas de Terminator. Pero más realísticamente, hoy en día el riesgo inmediato que muchos observamos en el avance de la inteligencia artificial es el de la potencial pérdida de empleos ante estas.
Con tan sólo indicarle una serie de palabras, Midjourney es capaz de crear imágenes en minutos. Tan buena es, que las imágenes que esta IA creó del supuesto arresto del expresidente de los Estados Unidos, o las del sumo pontífice en ropa de diseñador, no sólo se volvieron virales, sino que engañaron a muchos. Así como esta, existen muchas otras capaces de crear muchas otras cosas, textos, presentaciones, música. Una publicación gastronómica del vecino país, pidió a una IA que analizara y predijera las tendencias de la gastronomía para este 2023. El ejercicio resultó interesante, y habrá que ver qué tan acertado fue según transcurra el año.
Sólo apenas hace unos días abrí mi cuenta en ChatGPT, según yo, todavía en la versión 3. En este tiempo he apenas tenido un par de conversaciones con la IA, pero en estos días se me ocurrió preguntarle ideas de platillos para servir en un evento. En cuestión de segundos, tenía 10 ideas y hasta un par de consejos. No pienso utilizar ninguna de las ideas sugeridas en esta ocasión, pero debo reconocer que el potencial está ahí.
Al igual que como vemos cómo algunos robots pueden realizar proezas de agilidad cada vez más sorprendentes, en la industria también vemos cómo cada vez hay más funciones que se pueden sustituir o automatizar, desde kioskos para las ventas, hasta la producción de alimentos. Cierto que aún las máquinas son poco versátiles y seguramente muy costosas. Pero eso se resolverá con el tiempo. Es cierto también que el menú que le pedí a ChatGPT no tenía ningún platillo que habría utilizado para mi evento, pero también estoy seguro de que si le hubiera dado más parámetros, tarde o temprano habría podido llegar a algo más atinado, es importante también aclarar que este ejercicio se hizo utilizando la versión gratuita de la IA. ChatGPT me dio una serie de ideas, y faltaría realizar el vínculo entre la idea y la ejecución, pero no creo tampoco que sea muy problemático para las IAs conseguir recetas entre los millones de ellas que seguramente hay en la red. El reto para nuestro oficio será mantenernos relevantes ante la amenaza. El cómo estará por verse.