Un ejercicio
Entendiendo los costos y precios
Hace poco probé un pan que me habían recomendado mucho. Sí. Estaba bueno, pero costoso. Cada una de esas joyitas tenía un costo de cincuenta pesotes al natural y hasta $85 en caso de ponerle relleno o complementos.
Ya había escuchado muchos comentarios sobre los panes en cuestión, y claro, del costo. Incluso en una publicación, la propietaria del lugar había explicado de cómo había llegado a ese precio.
A manera de ejercicio y para entender de dónde sale que paguemos panes de cincuenta pesos. Tomando una receta de concha elaborada con mantequilla y utilizando precios de los insumos disponibles en el supermercado, una receta con base de un kilogramo de harina tiene un costo total, en insumos, de aproximadamente $213 pesos.
Calculando aproximadamente 17 panes de 100 grs. por receta, entonces cada una nos costaría $12.5. Claro, hay que considerar que este costo no está tomando en cuenta la mano de obra, renta de local, servicios, impuestos, empaque, inversiones ni ningún otro costo de la operación del negocio.
Imagínense, hace tiempo alguien me decía que en una plaza, la renta que tendría que pagar estaba alrededor de $750 por metro cuadrado de local. Asumiendo un local de 50m2. Entonces la renta a pagar sería de $37,500.
Si las conchas de doce con cincuenta se vendieran al doble, dejando una ganancia de $12.5 por concha, entonces tan sólo para cubrir la renta y los insumos de la producción el negocio tendría que estar vendiendo 3,000 conchas al mes, o un promedio de cien conchas al día. Como les digo, aún faltaría cubrir mano de obra, mantenimiento, servicios, impuestos, etc.
Quizás entonces algunos de los precios de los panes en las panaderías ‘caras’ de la ciudad, no estén tan descabellados. En una de mis panaderías favoritas venden su concha en $27 pesos, no está tan lejos del número al que llegamos en el ejercicio anterior.
Me faltan precios de conchas en varias otras panaderías comparables de la ciudad, pero puedo ver que el precio de las conchas está en un rango de los $22 a los… $50. Podríamos hablar de economías de escala también, esto sólo me hace entender aún más por qué a mi panadería preferida le pago $27, mientras que otra me tiene que cobrar $50.
La primera tiene una operación más grande y puede acceder a insumos a mejores precios, mientras que la otra, es un pequeño negocio.
No es la primera vez que hacer este ejercicio me ayuda a entender por qué pagamos lo que pagamos. Ya me había pasado alguna vez con una hamburguesa de quinientos. Aún con esto, es importante mencionar que existen intangibles difíciles de cuantificar, nuestro disfrute de la comida no es únicamente por lo rica que pueda estar, y si esa concha de $50 pesos se asocia con un recuerdo positivo, quizás estemos más dispuestos a pagarlos. Lo importante es que la disfruten.