Busca la plenitud profesional

Hace unos días compartía con algunos de mis alumnos de la universidad la importancia de comprender la trascendencia dentro del área personal, ligándolo con el quehacer profesional. Muchas de las inquietudes que surgían eran enfocadas al “ahora”, en pocas palabras, a vivir los procesos de aprendizaje y desarrollo para tener un mejor futuro. El detalle se encuentra en que existe una idea de un futuro prometedor si el día de hoy nos esforzamos, y se busca ese futuro con el anhelo de la plenitud y se nos olvida que la misma se debe vivir en este momento.

Entonces, estamos hablando de dos “ahora”, uno que nos detona buscar un mejor futuro sacrificándonos, esperando que más delante las cosas sean mejor y enfocando los esfuerzos sin un disfrute actual; y otro que se enfoca en vivir con sus altas y bajas los momentos viendo como una posibilidad el futuro, que en cierta medida siempre será incierto, y que nos ayuda a conocernos mientras nos descubrimos.

Una mentalidad que implica una plenitud profesional que vive en el ahora, mientras vives las altas y bajas, requiere de un alto grado de humildad, la cual nos va a ayudar a reconocer que no somos dueños de todas las variables que suceden en la vida. Nos ayuda a comprender que el futuro es una propuesta en relación con todo lo que puede pasar y que, al mismo tiempo, buscamos alcanzar a través de una idea utópica de plenitud.

Poder comprender que la plenitud profesional es parte del día a día también nos lleva a pensar en las áreas que debemos mantener en un constante proceso de calibración, ya sea la familia, las emociones, el físico, la mente, la espiritualidad, las finanzas, los negocios o los sueños. A cada uno de estos aspectos se les debe dar un trato de entendimiento actual, en pocas palabras, debemos estar conscientes que hay que saber qué querer hacer con cada uno de ellos, intentar lograrlo y buscar vivirlo.

Cuando idealizamos cada uno de estos aspectos y queremos que todo resulte exactamente como nosotros planeamos, en ese momento no estamos siendo humildes en nuestra relación con las variables que nos pone la vida, al contrario, estamos siendo egoístas, lo cual nos genera emociones enfocadas solo a la frustración o la culpa. Esta relación tan polémica entre mantener un estado ideal y trabajar sin medida por ello mientras no se disfruta es posiblemente una de las causas que genera que nos alejemos del éxito.

La plenitud profesional es parte de un estilo de vida que apunta a tener una trascendencia a través de lo que hacemos profesionalmente mientras disfrutamos de todos los matices de la vida. Aquel que tenga el coraje de vivir haciendo negocios debe saber disfrutar el arriesgarse de manera inteligente para el desarrollo. Para ascender en la escalera del éxito es necesario dejar los peldaños que en su momento creímos inalcanzables para seguir buscando otros más altos, pero lo más importante es disfrutar el viaje mientras subimos. ¡Un abrazo a todos!

Juan J. Martínez

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