Inactividad física en los más pequeños: Ideas para combatir sus efectos

La inactividad física ocasionada por el confinamiento y las restricciones afecta en el ámbito físico y psicológico, especialmente en la población infantil y juvenil, según percibieron recientes investigaciones universitarias.

La inactividad física puede ocasionar problemas cardiovasculares y de obesidad, sin embargo, el aspecto más perjudicado por el confinamiento es la salud mental.

En un estudio donde participaron 595 personas confinadas se observó una relación inversa entre el incremento de los síntomas depresivos y los niveles de actividad física semanal.

En comparativa, otra investigación compuesta por cuatro mil 811 personas concluyó que la práctica de actividad física moderada durante el confinamiento se asoció con una baja del 47 por ciento en el riesgo de padecer síntomas depresivos.

Efectos de la inactividad física en los más pequeños

Estrés postraumático, agresividad, rebeldía, obesidad, enfados, llantos, miedos, trastornos alimenticios y cierta hiperactividad son algunos de los efectos de la falta de actividad física en los más pequeños.

Estudios recientes encontraron que la suspensión de actividades escolares y deportivas debido a la pandemia y, por consecuencia, el mayor uso de pantallas, ocasionó reacciones negativas en los más jóvenes.

¿Qué hacer en estos casos?

Los padres de familia y centros educativos podrían fomentar la actividad física a través de clases en línea o en parques públicos cuidado que se mantenga distancia social entre los niños.

En casa se pueden crear circuitos de actividad, como subir escaleras, saltar objetos o realizar ejercicios con autocarga; mientras que al aire libre pueden promoverse las caminatas familiares, actividades de esconder objetos o andar en bicicleta.

Con información de Estrategia y Negocios.

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