Salud

Incertidumbre fiscal de los mexicanos

La unión entre el SAT y AMB mantiene en la duda a los mexicanos


  • 21
  • Enero
    2020

El anuncio sobre la facturación inmediata al pagar con tarjeta de crédito ha generado incertidumbre entre los mexicanos que acostumbran hacer sus gastos mensuales a través de este método; sin embargo, no todo es desgracia siempre y cuando el contribuyente no exceda el uso del dinero plástico con sus ingresos.

A mediados de noviembre pasado se hizo el anuncio de un convenio entre el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Asociación Mexicana de Bancos (AMB) con el propósito de vincular las tarjetas de crédito al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) para que se facturen de manera inmediata las compras liquidadas con la tarjeta de crédito.

“Ese anuncio generó gran inquietud entre los ciudadanos, porque les abrió los ojos sobre la posibilidad de que el SAT fiscalice el gasto de los mexicanos hecho con tarjetas de crédito, y que eventualmente detecte lo que técnicamente se conoce como discrepancia fiscal que, en caso de que el SAT considere que se presenta, da lugar a una presunción de ingresos por aquellos gastos que rebasen los ingresos declarados”, dijo Ramón Cabrera, exsubprocurador fiscal federal de investigaciones de la SHCP y socio director de la firma legal SPETSEN, S.C.

La discrepancia fiscal está prevista en el artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que dice: “Las personas físicas podrán ser objeto del procedimiento de discrepancia fiscal cuando se compruebe que el monto de las erogaciones en un año de calendario sea superior a los ingresos declarados por el contribuyente, o bien, a los que le hubiere correspondido declarar”.

Ramón Cabrera precisa que la discrepancia fiscal existe tiempo atrás, no es un tema nuevo, ni nació con el convenio entre el SAT y la AMB. Los conceptos que dan lugar a la presunción de la discrepancia fiscal son mucho más que los gastos y pagos con tarjetas de crédito, pues en realidad se puede cuantificar a partir de sumar todos los gastos, adquisiciones de bienes y depósitos en cuentas bancarias, inversiones financieras o tarjetas de crédito.

Este convenio entre el SAT y la AMB agilizará el proceso de facturación, pero también permitirá al SAT acceder de una manera más expedita determinar la existencia de discrepancias fiscales, agregó el experto.


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