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Así beneficia la energía solar a abejas, cultivos y ovejas

Investigadores han plantado silfio en nueve huertas solares en la zona de Minneapolis para probar su potencial como cosecha para obtener aceite de semillas.


  • 15
  • Noviembre
    2021

El silfio era una de las plantas nativas que cubría las amplias praderas norteamerciana hasta que los colonos levantaron ciudades y granjas. Este primo del girasol, confinado principalmente a cunetas y zanjas, podría regresar ahora gracias a la energía solar.

Un equipo de investigadores ha plantado silfio en nueve huertas solares en la zona de Minneapolis para probar su potencial como cosecha para obtener aceite de semillas. Esta planta perenne de raíces profundas también ofrece forraje para ganado y un hábitat que necesitan con urgencia abejas, mariposas y colibríes.

“Necesitamos muchos terrenos bastante separados entre sí para medir los efectos del silfio en los polinizadores”, explicó la científica agrícola Ebony Murrell del Land Institute, una organización de investigación sin fines de lucro. “La industria solar está interesada en restaurar el hábitat de polinizadores. Esta parecía ser una buena colaboración”.

La energía solar es una fuente renovable que puede ayudar a reducir la dependencia de los combustibles fósiles que producen gases de efecto invernadero. Pero también podría dar beneficios al entorno y a la economía en formas menos conocidas.

Los críticos afirman que conforme crece el sector, las instalaciones de placas solares se extenderán por millones de hectáreas (acres) y desperdiciarán terrenos de cultivo. Pero sus defensores ven oportunidades de diversificar la producción de cosechas e impulsar los ingresos de los terratenientes al tiempo que se repara el daño ecológico causado a la tierra arada o asfaltada.

“Hay muchos espacios donde la energía solar podría integrarse con usos muy innovadores de la tierra”, indicó Brendan O'Neill, científico ambiental de la Universidad de Michigan que supervisa cómo la vegetación en una nueva instalación de 1.752 paneles en Cadillac, Michigan, absorbe dióxido de carbono.

En otros lugares, las instalaciones solares acogen a ovejas que reducen la necesidad de segar. Y los investigadores experimentan con cosechas plantadas bajo los paneles al tiempo que examinan otras posibles ventajas: prevenir la erosión del terreno y conservar y limpiar el agua.

Laboratorios estudian el uso mixto de la tierra

El Departamento de Energía de Estados Unidos financia una búsqueda para determinar el mejor uso de los terrenos en torno a las huertas solares. El proyecto, llamado InSPIRE, cuenta con el Laboratorio Nacional de Energías Renovables, el Laboratorio Nacional de Argonne y otros socios que investigan en 25 puntos del país.

Estados Unidos tiene unas 2.500 instalaciones solares en la red eléctrica, la mayoría de entre uno y cinco megavatios, según la Administración de Información sobre Energía. Una instalación de cinco megavatios necesita unas 16 hectáreas (40 acres). Aunque algunas están en antiguos terrenos industriales, a menudo las más grandes ocupan espacio que antes era de cultivo.

Dependiendo de lo rápida que sea la transición del país a la energía renovable, para 2050 podrían hacer falta hasta 4 millones de hectáreas (10 millones de acres) para placas solares, casi el doble de la superficie de El Salvador, según un análisis de Argonne.

Los promotores e investigadores de energía solar confían en que los proyectos de uso múltiple de la tierra reduzcan la resistencia de las poblaciones rurales que no quieren cambiar el uso de los terrenos agrícolas o ven los paneles solares como una lacra.

“Necesitamos comunidades agrícolas sanas, pero también necesitamos energía renovable”, dijo Jordan Macknick, analista jefe de energía renovable para InSPIRE.

Abejas y ovejas

En la Cascadilla Community Solar Farm, en el estado de Nueva York, las ovejas pastan entre los paneles solares mientras abejas y mariposas recogen polen de las flores nativas.

La investigadora de la Universidad de Cornell Niko Kochendoerfer señaló que los datos preliminares de sus tres años de estudio indican que un pasto poco intensivo -unas ocho ovejas por acre- produce abundancia de abejas y flores silvestres y evita que las plantas den sombra a los paneles. Están apareciendo especies poco comunes de abejas.

Los ganaderos reciben al año entre 300 y 550 dólares por acre donde pastan las ovejas en las instalaciones solares, lo que aumenta sus ingresos y les evita el gasto de arrendar o comprar zonas de pastos, señaló Kochendoerfer, que posee unas 400 ovejas con su prometido, Lewis Fox. El sistema es más barato que la gestión tradicional del terreno, señaló.

Fox tiene ovejas en instalaciones solares desde el sur de Pensilvania a Vermont.

“En algunas épocas del año (...) los terrenos son como una casa de mariposas en un zoo, hay mariposas por todas partes”, dijo.

Hay ovejas pastando en instalaciones solares de más de 20 estados, dijo Lexie Hain, directora de la Asociación Estadounidense de Pasto Solar y socia comercial de Fox. También se hace en Gran Bretaña, otras partes de Europa, Uruguay y Australia.

Verduras a la sombra del panel solar

En Longmont, Colorado, Jack’s Solar Farm ofrece otro ejemplo de energía solar combinado con agricultura. En lugar de trigo y heno como antes, las 10 hectáreas (24 acres) de la finca albergan 3.276 paneles que generan suficiente energía para unas 300 viviendas. Debajo se cultivan tomates, calabaza, kale y judías verdes.

Los investigadores comparan las verduras cultivadas bajo los paneles que se alzan a entre dos y dos metros y medio (de seis a ocho pies) de altura con las que crecen a pleno sol. Los resultados fueron dispares en la primera temporada, que terminó hace poco, pero las plantas a la sombra parecían tener una temporada más larga.

“No tenemos que dejar la tierra bajo los paneles solares en todo el país desnuda o dejada sólo al pasto”, dijo el propietario, Byron Kominek. “Elevar los paneles un poco más proporciona empleos agrícolas y la oportunidad de hacer más con la tierra”.

El cultivo bajo los paneles es especialmente prometedor en regiones cálidas y áridas, según expertos que han plantado tomates cherry y pimientos debajo de las placas en el laboratorio de Biosfera 2 de la Universidad de Arizona.

Esas cosechas suelen ser similares o mayores que las de un entorno tradicional, según los hallazgos del equipo. Con menos luz directa, pierden menos agua por evaporación, lo que reduce la demanda de irrigación. Y las plantas mantienen los paneles más frescos, lo que aumenta su rendimiento.

Está por ver cuánto podría extenderse ese sistema de cultivo, explicó Greg Barron-Gafford, profesor de biogeografía en Arizona. La agricultura a gran escala requiere plantación y recogida mecanizadas que podrían ser difíciles bajo los paneles.

“Pero la gran mayoría de granjas del país son pequeñas explotaciones que pierden dinero o apenas cubren gastos”, dijo Barron-Gafford, señalando que alquilar la tierra para la energía solar al mismo tiempo que se sigue cultivando comida podría generar beneficios.

Hábitat de polinizadores

Aunque la perspectiva comercial de los cultivos bajo paneles aún es desconocida, los científicos dicen que algo seguro es que las huertas solares son ideales para las hierbas nativas y flores que atraen a polinizadores, muchos de ellos en peligro de extinción.

Un equipo dirigido por la investigadora de la Universidad Estatal de Oregon Maggie Graham reportó este año que las abejas y otros insectos visitan plantas cubiertas total o parcialmente por paneles. También polinizan las cosechas de campos cercanos, lo que aumenta su producción.

En comparación con los terrenos agrícolas, los terrenos con paneles solares donde se plantó vegetación nativa atractiva para los polinizadores multiplicaba por tres la calidad del hábitat para estas especies, según un estudio reciente de Argonne. Los terrenos atractivos para polinizadores tendrían dos tercios más de potencial de almacenamiento de dióxido de carbono, casi un quinto menos de escorrentía de agua y un 95% menos de erosión de la tierra que los terrenos con cultivos tradicionales, según el reporte.

Algunos promotores de energía solar se resisten porque las plantas para polinizadores son más caras que los pastos utilizados en muchos lugares. Pero con el tiempo, eso se ve compensado por un mantenimiento menor, señaló Reed Richerson, director de operaciones de U.S. Solar, una promotora de Minneapolis.

La popularidad de los proyectos para salvar a abejas y mariposas atrae a empresas como Walmart, que compra energía de docenas de instalaciones solares atractivas para polinizadores de U.S. Solar.

Más de una docena de estados tienen estándares o recomendaciones de calidad que valoran la densidad de la cobertura vegetal y su diversidad, así como la cantidad de terreno utilizado.

“Queríamos evitar las operaciones publicitarias, plantar un pequeño terreno de tréboles y petunias y decir ‘Ahí está mi contribución a los polinizadores’”, explicó Michael Noble, director de la firma de Minnesota Fresh Energy, que ayudó a redactar los estándares.

Mientras se acelera el calentamiento global y la pérdida de especies, hacen falta muchas más huertas solares con elementos naturales, dijo Rob Davis, vocero de Connexus Energy.

Hace tres años, señaló, uno de los proyectos solares cooperativos en Minneapolis estaba en riesgo de ser rechazado por una comisión de planificación suburbana hasta que los partidarios plantearon los beneficios de polinizadores y el atractivo visual de la vegetación.

“La tecnología de la energía solar es poco familiar y extraña”, dijo Davis. “Pero todo el mundo entiende lo que es una pradera”. ( Con información de AP)


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