Anti anti-edad
Sección Editorial
- Por: Andrés Ibarra
- 13 Noviembre 2025, 03:00
La edad no nos asusta, la celebramos. En un mundo anti-edad, somos anti anti-edad. ¿Han visto estos mensajes en la calle?
Soy Andrés Ibarra, VP de Marketing de Koltin, la compañía mexicana que ha tapizado las calles de Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, con estos mensajes, y creo que les debo una explicación:
¿Por qué lo hicimos? ¿Por qué no simplemente ‘vender’ nuestra membresía de salud para adultos mayores? Porque en la doble negación, que nos coloca en el lado opuesto de toda una industria anti-edad, hay una invitación a que hablemos de la vejez en otros términos. ¿O ustedes también creen que la vejez es una enfermedad a ‘erradicar’? Espero que no.
Podríamos simplemente afirmarnos como una compañía ‘pro-edad’, pero no sería lo mismo, ¿no creen? Sería casi como decir que vivir es increíble, o que hay que atreverse a soñar, o invitarte a que cada día cuente o cualquier otra frase trillada que colegas de mi no tan honorable industria del marketing y la publicidad han construido.
Mucha gente me pregunta, ¿pero qué es ser anti anti-edad? ¿No me puedo dar una manita? ¿Están satanizando el querer taparse las canas? Y la respuesta es que ser anti anti-edad es reconocer que la vejez es una etapa de vida tan rica y deliberada como cualquier otra.
Como en cualquier otra etapa, cada uno de nosotros decide cómo vivirla con las cartas que nos toca jugar. Si en la adolescencia te quisiste pintar el pelo de rosa, en la vejez también se vale, si te quieres dar una manita de gato o una garra de león, estás en todo tu derecho.
Lo que CUESTIONAMOS, así en mayúsculas, es la narrativa que te dice que envejecer es algo a ocultar, a negar, a rechazar. Esas marcas y productos (en su mayoría chafones, si me lo preguntan), que juran tener 5 ml de elixir de la fuente de la juventud en sus ingredientes.
Esos líderes de opinión que creen que después de los 60 años ya no se puede o no se debe hacer o deshacer, construir, destruir, reinventarse, gritar, correr, llorar, cantar. Esos sí son nuestros grandes némesis, ustedes saben quiénes son.
El construir esta campaña ha sido una de las mayores satisfacciones profesionales que he tenido, porque ha logrado su cometido: el que Koltin sea el anfitrión de un diálogo franco del envejecimiento, de la industria de la longevidad y del acceso a la salud para adultos mayores en nuestro país. Si ven los comentarios en el video de nuestro manifiesto, tenemos material para hacer otros treinta más.
En el camino, muchas personas se han enterado de quiénes somos y qué hacemos, y han visto que existe una compañía que, por primera vez en nuestro país, le ofrece cobertura médica a personas de más de 65 años, sin que tengan que embargar la casa, con una membresía de salud activa que queremos que usen más que su suscripción a Netflix o Spotify, porque nuestro modelo de salud incentiva la medicina preventiva y la vida en comunidad.
Así es que, si no sabe de qué estoy hablando, espero haberle picado la cresta de la curiosidad y que busque nuestro manifiesto… y de paso nos conozca. Hablemos.
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