Opinión

¡¡¡Arrancan!!!

Sección Editorial

  • Por: Felipe de Jesús Cantú
  • 29 Mayo 2023, 20:00

Las elecciones de Coahuila y Estado de México tienen importancia por sí mismas para quienes viven en esos lugares y tienen más de un significado.Los ganadores tendrán siempre la posibilidad de presumir que van al alza en las preferencias y los no ganadores para hacer sus evaluaciones, al tiempo que terminan las elecciones estatales, se inicia la cuenta regresiva para la elección presidencial que se ve muy adelantada en destapes y posturas partidistas.El partido oficial fue el primero en lanzar su calendario para la selección de su abanderado. Fue Morena quien dijo que en septiembre se realizaría la primera de dos encuestas que servirían para determinar quién es quien en las preferencias de los aspirantes, también llamados corcholatas por el presidente López Obrador. Pero también fue este instituto político el primero en modificar el calendario, dado que los aspirantes pidieron adelantar y clarificar las fechas y reglas.El refrán popular dice que, no por mucho madrugar amanece más temprano, oh sí. Pero también es cierto que el día rinde más si comienzas al amanecer.El amanecer del año electoral que, oficialmente comienza en septiembre, está aquí a partir de los resultados de este domingo y, no precisamente porque ahí se defina el futuro, sino porque ya se quita cualquier obstáculo para los aspirantes de todos los partidos, ya que no hay condiciones de los dirigentes que les exijan ayudas para sus abanderados locales.Igualmente, la elección de este domingo representa el reacomodo final de los cuadros de los partidos en la burocracia y el amparo del manto protector llamado presupuesto. Ambas entidades federativas representan lo que queda del PRI invencible de casi 100 años, pues nunca ha dejado el poder, aunque si ha perdido varias veces.Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, como aspirantes, tendrán una junta que el dirigente de MORENA dijo que se celebrará por ahí de la primera quincena de junio, para delinear la ruta final de la candidatura y, probablemente, el cargo que cada uno tendrá, en caso de no conseguir la nominación.Es el campanazo de inicio de la primera ronda y el inicio de exhibiciones de lo que cada uno de los interesados quiere que vean de él o ella. De aquí en adelante, las portadas de las revistas, las notas informativas y de color, los libros de su autoría, los gustos de la comida, la forma de vestir, la religión y creencias de cada quien estarán a la orden del día.Como es natural, al iniciar el proceso del partido en el poder, arranca también un proceso similar en los partidos de oposición, en donde hay mucho menos definiciones pero más número de aspirantes. Lilly Téllez, Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Mauricio Vila, Gabriel Cuadri, Maru Campos, Miguel Osorio Chong, Miguel Mancera, Francisco García Cabeza de Vaca, Ricardo Anaya, Silvano Aureoles, Luis Donaldo Colosio, Samuel García y muchos más aparecen en una lista muy larga.Lo largo de la lista parece demorar las reglas, pues ponerse de acuerdo no será nada fácil para los partidos que, en el caso PRI-PAN-PRD, dicen ir juntos con el objetivo de arrebatar el poder a Morena, aunque en los hechos se ven bastante divididos. Mientras tanto, el otro partido, Movimiento Ciudadano, se aferra a ir solo, perjudicando las aspiraciones de un probable bloque opositor.Aún así, a partir del lunes estarán exigiendo reglas claras, fechas y piso parejo para la contienda, cuyas reglas siguen indefinidas. Mismo destino, con diferente ruta.Morena tiende a llevar una ventaja en la carrera presidencial basando su ritmo creciente en dos grandes pilares: la popularidad del presidente López Obrador y los programas sociales. El primero de los factores es quien marca la agenda política de todos los días en medios y cafés políticos desde las mañaneras. Sin embargo, se dice con frecuencia que la popularidad del gobernante no se transfiere en términos aritméticos a sus partidos.El segundo de los pilares, los programas sociales, es una gran fortaleza que abrazan todos los aspirantes a suceder a López Obrador y que le da la mejor de las rentabilidades, pues la base social y económica del país percibe que “nunca un gobierno se preocupó por ellos, como lo hace el actual”, algo que difícilmente se quitará del consciente colectivo.Si volteamos a la oposición, los discursos son más bien contestatarios de lo que hace y dice el gobierno de López Obrador, con una diversidad tal, que difícilmente llegará a penetrar en la cabeza del elector.Sea como sea, desde el lunes comenzaremos a ver “volteado” el reloj de arena y con él la guerra de palabras, ideas y acciones por la sucesión presidencial. Más de un año en el que nadie escapa a la publicidad y a uno que otro ridículo. Ojalá sepamos diferenciar a los aspirantes más preparados y a las ideas más justas y progresistas para que a México le vaya bien.

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