Atento aviso a los alcaldes corruptos

“Cambiemos a la gente”, pedía el filósofo Michael Foucault.

Antes de cambiar al gobierno, cambiemos tú y yo. Y el gobierno cambiará por añadidura.

El gobierno en realidad es un invento colectivo. Puede ser una palanca para el cambio social o simplemente una banda de parásitos, de delincuentes con charola.

En ciertos municipios, una banda se robaba lo que quería.

Alcaldes van y alcaldes vienen y diputados van y diputados vienen y siempre estaba detrás la misma banda de corruptos. 
Por eso, sin darnos cuenta, desde hace años vivimos un proceso de decadencia política, con o sin broncos.

Revirtamos eso y volvamos a tener el control nosotros, la gente común, no ellos.

Mientras yo puse por décadas con mucho sacrificio un restaurante y luego otro y otro, y tú ponías un taller mecánico o una agencia de marketing o un consultorio médico, y batallábamos para pagar la renta del local y los servicios del negocio y los impuestos respectivos, los políticos corruptos se robaban tu dinero y mi dinero.

Y en vez de poner una luminaria nueva en la calle, ponían la misma reciclada, cobrándola como nueva. 
En vez de asfaltar las calles, cobraban tapando el mismo bache.

Y cuando nos caía un huracán, o  se secaban las presas, se sobaban las manos porque era cuando hacían más negocio en Obras Públicas y en Agua y Drenaje.

Entonces les hacíamos un meme y nos daba mucha risa por lo transas que eran y “santo remedio”: a otra cosa.

Mientras tú y yo pagábamos la raya en nuestra empresa, la bola de parásitos en el ayuntamiento ponían de aviadores a sus hermanos y a sus compadres. 

Y nos mandaban a sus inspectores a extorsionarnos. Yo siempre los corrí a patadas con la ley en la mano.  

Y encima de todo, querían hacerse influencers en Facebook y en Instagram con dinero público.

Ya sé que nos van a trolear por decirles sus verdades, porque traen poder y dinero para atacarnos con sus bots y con sus chayoteros. Nos vale. Los conocemos perfectamente.

Pero tenemos pruebas de las transas del tesorero de cierto ayuntamiento en especial. Pruebas contundentes de sus corruptelas.

Alimaña corrupta: vamos contra ti.

Político flojo: vamos contra ti.

Porque eres un parásito, porque eres un mantenido. Y porque te vamos a estar vigilando.

Y el día que menos lo esperes, te meteremos al bote a ti y a tus cómplices.

Que te lleven tras las rejas tu sarape y tus cigarros.