La danza como método terapéutico tiene múltiples beneficios físicos, pero sobre todo sociales.
Hace unos días por casualidad asistí a un evento llamado “Con el paso de los años” y como no tenía idea de qué trataba o de dónde había salido, me llevé una gratísima sorpresa.
Resulta que este evento de danza fue organizado por Bailar con el corazón A.C., una asociación que tiene como método terapéutico de rehabilitación la danza clásica y contemporánea.
En este recital de danza pudimos ver a bailarinas y bailarines muy especiales, en su mayoría con Síndrome de Down y otros con algún tipo de discapacidad intelectual.
Cada número que se presentó se basó en un hecho relevante de la historia (de ahí el nombre del espectáculo) y cada uno incluyó a bailarines con discapacidad acompañados de bailarines profesionales que apoyan a la asociación. El resultado fue lindísimo y me hizo preguntarme por qué no conocía este proyecto; además me trajo recuerdos de cuando hice voluntariado.
Durante la prepa y los primeros años de facultad, fui voluntaria en Unidos y ahí durante los veranos y fines de semana trabajé con niños, en su mayoría con Síndrome de Down. Cada fin de ciclo hacíamos un festival y nos tocaba armar bailables y, aunque no éramos profesionales, le echábamos ganas y nos salía bien. Claro, a la larga, y viendo lo que hace Bailar con el Corazón, si éramos muy novatos.
La tarea de la asociación es invaluable. Por un lado, la parte terapéutica es increíble. Y como público se ve el avance de las alumnas que tienen más tiempo. Sus movimientos y la seguridad que muestran en el escenario es notoria. Y, sin ser experta o haber investigado más sobre el tema, puedo decir que es altamente probable que los beneficios que tienen por bailar son muchos más.
Por otro lado está la parte social. ¿Cuántos niños con Síndrome de Down u otra discapacidad pueden estudiar a su ritmo en una academia de baile?. Sabemos que las academias regulares tienen un nivel altísimo y muy competitivo entre sus integrantes, y que seguirles el ritmo es complicado y no es para todos.
En este espectáculo todos se ven tranquilos, adaptados a su nivel y sobre todo, disfrutando la actividad en todo momento. Me propuse investigar más sobre la asociación y su trabajo. Incluso saber si se puede hacer voluntariado (aunque se tengan dos pies izquierdos).
Su labor me parece importante y vale la pena promoverla y apoyarla. Con su nombre pueden buscarla en redes sociales si también desean saber más de ella y de sus próximos eventos.