Una docena de personas interesadas en el derecho a la vivienda digna (que poco tiene que ver con la legislación inmobiliaria) creamos un grupo sobre urbanismo en el área metropolitana de Monterrey.
Solemos comentar libros como El derecho a la ciudad, de David Harvey, que examina la estrecha relación entre el espacio urbano, la propiedad y la justicia social. O su otro libro revelador: Ciudades rebeldes: Del derecho de la ciudad a la revolución urbana, donde Harvey revela cómo las tensiones y desigualdades urbanas pueden manifestarse en protestas y movimientos sociales, que cambian profundamente la vida social.
Entre los libros más comentados en este grupo está Derecho a la ciudad y justicia territorial, de Luciana Ballestrín, que aborda el derecho a la vivienda desde una perspectiva latinoamericana, y proponiendo paradigmas para el acceso equitativo a los recursos urbanos.
Pero hay dos libros sobre urbanismo que para nuestro grupo de WhatsApp son básicos para la discusión cotidiana: uno de ellos es El derecho a la ciudad como derecho humano, de Leilani Farha, quien argumenta que el derecho a la ciudad debe ser reconocido como un derecho humano básico.
El otro libro es de una yucateca que vive en Nuevo León, Carla Escoffié: País sin techo, publicado el año pasado, 2023, por Grijalbo.
Carla es abogada por la Universidad Autónoma de Yucatán y es activista (de las más lúcidas en México).
En su libro claro, trasparente, aborda los problemas de la vivienda en México y los suma a los derechos humanos.
Por extraño que parezca, advierte Carla, vivimos una grave crisis de vivienda en México y expone casos sucedidos en Nuevo León.
México es uno de los países con mayor población propietaria de su vivienda; sin embargo, esa tendencia disminuye año con año, dramáticamente; en vez de que crezca el número de personas propietarias de su vivienda, por primera vez en los últimos 20 años empezó a bajar y, por el contrario, crece la población que busca una vivienda en arrendamiento o mediante créditos.
¿Por qué? Dice Carla que el principal motivo es que hemos tenido una política inmobiliaria y no una de vivienda; el gobierno brinda créditos blandos que son buenas medidas, pero no son una política pública en sí mismos.
El derecho a la vivienda digna en México se está volviendo papel mojado.
Mañana seguiré analizando algunos capítulos de este libro revelador de Carla Escoffié.