Opinión

Causa primaria del cáncer, descubierta en 1931

Sección Editorial

  • Por: Ignacio Gomez Palacio
  • 30 Noviembre 2023, 21:02

A todos aquellos que han superado medio siglo de existencia y leen mis Hormigas.

¿Sabías que en 1931 el Dr. Otto Heinrich Warburg (1883-1970) recibió el Premio Nobel por su tesis La Causa Primaria y la Prevención del Cáncer y que dicha “causa primaria” se debe a la alimentación? El retrato de este eminente doctor, honra con su presencia esta Hormiga.

Otra información dramática, relevante y conectada con el tema: las escuelas de medicina de nuestro país no imparten conocimientos relativos a la nutrición.

Digo yo, que no soy médico, ni biólogo o de alguna profesión relacionada, pero tengo uso de razón: ¡dime qué comes y te diré quién eres!

El Dr. Warburg descubrió que el cáncer es consecuencia de una alimentación basada en alimentos acidificantes y sedentarismo, ya que crea en el organismo un “entorno de acidez”; es decir, un entorno sin oxígeno. La acidez expulsa el oxígeno de las células. Señala que “privar a una célula del 35% de su oxígeno durante 48 horas, puede convertirla en cancerosa….  Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son tejidos alcalinos…. las substancias ácidas rechazan el oxígeno; en cambio, las substancias alcalinas atraen el oxígeno”. Indica que las células cancerosas son anaerobias (no requieren oxígeno) y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno; en cambio, sobreviven gracias a la glucosa, siempre y cuando el entorno esté libre de oxígeno.

En términos científicos, afirma que el cáncer es la consecuencia de una alimentación antifisiológica y un estilo de vida antifisiológico. En su obra El Metabolismo de los Tumores indica que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: la acidosis y la hipoxia (falta de oxígeno).

En resumen, indica: las células sanas viven en un entorno alcalino y oxigenado, lo cual permite su normal funcionamiento.

Agrego lo dicho por el famoso cirujano estadounidense, George W. Crile (1864-1943) “… es totalmente imposible que un cáncer prolifere en una persona que libere su cuerpo de la acidez, nutriéndose con alimentos que produzcan reacciones metabólicas alcalinas y aumentando el consumo de agua pura; y que, a su vez, evite los alimentos que originan dicha acidez, y se cuide de los alimentos tóxicos. En general, el cáncer no se contagia ni se hereda, lo que se hereda son las costumbres alimenticias, ambientales y de vida que lo producen. 

Comparto con mi puñado de lectores esta información, la cual recibí hace dos décadas y en lo personal me ha funcionado, pues he cuidado mi ingesta. Le he abierto la puerta a alimentos alcalinos y la he cerrado, sin exageraciones ni radicalismos, a los alimentos ácidos.

Dejo la tarea de investigar a los interesados, la identificación de alimentos que acidifican y alimentos que alcalinizan el organismo, no sin dejar estas breves listas:
Alimentos acidificantes: endulzantes artificiales, azúcar refinada, carne animal en general, pastas refinadas con azúcar, bebidas carbonatadas (refrescos y gaseosas), alcohol, margarina, sal refinada, mostaza con preservativos, pan hecho con harina refinada, arroz blanco, cerveza, té negro, yogur endulzado, kétchup y mayonesas refinadas, mantequilla y crema procesadas, leche de vaca y sus derivados y en general todo lo que contenga conservadores, colorantes, aromatizantes, estabilizantes y más.

Alimentos alcalinizantes: verduras crudas y frutas crudas en general. Al efecto se señala que el limón dentro del organismo tiene un efecto altamente alcalinizaste.

Otros son los jugos como el de alfalfa, espárragos, pimienta cayena, miel, maguey, jugo de nopal, sal de mar, tizanas, alcachofas, algunos productos animales como yogur natural, mantequilla fresca sin sal, el aloe vera, aceites de aguacate, coco, maíz y otros, semillas como la almendra, cereal de mijo, el coco fresco, el extracto de vainilla y más. Se agrega que el ejercicio es fundamental, ya que el sedentarismo desgasta el oxígeno del cuerpo.

Esto no es una religión, es más bien una presunción personal. Llevo muchos años de no tomar medicinas. Es lo que a mí me ha funcionado. Ningún organismo es igual a otro. Las herencias son diferentes, como también lo es el medio ambiente y el origen de ciertos alimentos básicos como el agua, la sal y el aire que respiramos. Repito no ser profesional nutricionista. Esto es tan sólo un testimonio personal. Cada lector deberá tomar su decisión personalísima, sobre si considera conveniente seguir o no mi conducta alimenticia.

Es sorprendente que información tan relevante, como es el otorgamiento del Premio Nobel desde 1931 a quien hizo un descubrimiento importantísimo, relativo a la causa primaria y la prevención del cáncer, se haya mantenido prácticamente oculta.  

Compartir en: