Lo confieso: los Cleveland Browns son uno de esos equipos que más me duelen… y ni siquiera soy fan. Pero desde que sigo la NFL, los Browns se han convertido en el Charlie Brown de la liga.
Siempre intentando dar ese gran paso que los distinga, que los haga memorables… y lo han logrado, sí, pero por las razones equivocadas.
Desde su regreso como franquicia de expansión en 1999, todo ha sido cuesta arriba. Aquella temporada inicial terminó con un catastrófico 2-14, y desde ahí comenzó el desfile interminable de derrotas y desilusiones. La década de los 2000 solo trajo más números rojos: en 2013, por ejemplo, firmaron un 4-12, su sexta campaña con al menos 11 derrotas. Dos años después, en 2015, cayeron a 3-13.
Y, claro, el fatídico 2017: un 0-16 que los convirtió en apenas el segundo equipo en la historia en no ganar un solo partido desde que la temporada se amplió a 16 juegos. Para entonces ya cargaban con 15 años sin ganar su división y el mismo tiempo sin pisar los playoffs. Sí, qué dolor… por eso, cada vez que conozco a un fanático de los Browns, no puedo evitar darles un abrazo.
Y la tragedia no termina ahí. Desde 2014, por el equipo han pasado 18 mariscales de campo diferentes, como si el puesto estuviera embrujado. Hubo experimentos fallidos con Tim Couch, Johnny Manziel, Baker Mayfield… y ni hablar del caótico traspaso de Deshaun Watson, que terminó siendo una de las decisiones más polémicas y costosas en la historia reciente del deporte.
Ahora, en pleno 2025, Cleveland vuelve a apostar. Joe Flacco, sí, el veterano de 40 años, será el mariscal de campo titular para abrir la temporada. Lo curioso es que este nombramiento llega tras lo que comenzó como una competencia de cuatro jugadores, pero que terminó con Flacco emergiendo como el elegido.
No es la primera vez que Flacco pisa Cleveland. En 2023 llegó como un salvavidas tras la lesión de Watson, y en apenas cinco juegos de temporada regular logró un 4-1, lanzando más de 300 yardas en cuatro victorias consecutivas. Claro, el sueño acabó en los playoffs con aquella derrota frente a los Houston Texans, pero esa actuación le valió ser nombrado Jugador del Año de la NFL.
Ahora bien, no nos engañemos: Flacco puede darlo todo… y luego nada. Así que, por ahora, Cleveland sigue navegando en aguas turbulentas. Y mientras los fans mantienen la esperanza, también saben que su equipo parece vivir bajo esa frase inmortal de Vince Lombardi:
“La derrota no es el peor de los fracasos. No haberlo intentado es el verdadero fracaso.”
Ojalá que esta vez los Browns intenten… y ganen. Porque si alguien merece dejar atrás el dolor, son ellos y, sobre todo, su leal —y sufrido— ejército de aficionados.
