¿Cómo protegernos de los daños provocados por la contaminación?

La contaminación del aire es el principal problema medioambiental que enfrenta Nuevo León, un peligro ambiental conocido para la salud. Sabemos lo que vemos cuando una neblina marrón se asienta sobre la ciudad, impidiéndonos ver las montañas que nos rodean.

Cuando se establecieron los estándares nacionales de calidad del aire ambiental en 1970, la contaminación del aire se consideraba principalmente como una amenaza para la salud respiratoria.

Ahora se sabe que la exposición a la contaminación del aire está asociada con el estrés oxidativo y la inflamación de las células humanas, lo que puede sentar las bases para enfermedades crónicas y el cáncer.

En 2013 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, clasificaron la contaminación del aire como carcinógeno para los humanos. De todos los contaminantes atmosféricos, las partículas en suspensión (PM) son las que fueron clasificadas como las más dañinas.

Es posible que el gobierno comience a tomar medidas y establecer normas más estrictas para reducir la contaminación ambiental, sin embargo, es un hecho que tomará tiempo para que estos cambios se noten en el aire que respiramos.

¿Cómo podemos protegernos de los daños provocados por los contaminantes atmosféricos? La madre naturaleza, como siempre, nos brinda sus opciones. Está comprobado que el Alga Espirulina mejora la función renal en la eliminación de sustancias tóxicas del medio ambiente y ayuda a desintoxicar el organismo de metales pesados como uranio, cobre o mercurio.

Es un buen momento para tomar esta alga microscópica que utilizaban nuestros ancestros los aztecas como una fuente de alimento. El Alga Espirulina además de brindar un aporte nutricional, mejora la respuesta del sistema inmunológico.

Es importante también tomar plantas depurativas, plantas que ayudan a limpiar la sangre y el organismo de toxinas y alérgenos. Plantas como la Zarzaparrilla (Smilax aspera) y la Bardana (Arctium lappa). La Bardana, desde la Edad Media, se ha recomendado para tratar una sorprendente variedad de aflicciones.

Los médicos chinos y ayurvédicos de la antigüedad la consideraban un remedio para resfriados, gripe, infecciones de la garganta y neumonía. Hoy en día sabemos que es un excelente depurativo, diurético y desintoxicante, al igual que la Zarzaparrilla la cual se utiliza para purificar la sangre, tratar dermatitis alérgicas y el ácido úrico.

Por último, también recomendaría tomar una planta con propiedades antitumorales como el Palo de Arco (Tabebuia impetiginosa), también conocido como Lapacho. El cáncer de pulmón en no fumadores es un fenómeno cada vez más relevante y nos obliga a plantear el impacto real que tiene la calidad del aire en el desarrollo de estos tumores malignos.