Con la conmemoración del 1 de mayo, la Presidenta pone nuevamente sobre la mesa la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas. Claudia Sheinbaum fue enfática en que se tiene que lograr progresivamente y mediante el consenso de todas las partes, tal como sucedió con el salario mínimo.
La propuesta de la Presidenta es realizar mesas de trabajo para llegar a acuerdos y lograr, de manera paulatina, la reducción de la jornada, con el objetivo de alcanzar dicha meta de forma generalizada hacia el año 2030. Este paso es indispensable para lograr que la clase trabajadora tenga jornadas laborales más ligeras, lo cual mejorará la calidad de vida, que se ve lastimada por las horas de espera en las paradas de autobuses, el tráfico, las largas distancias, el estrés y la escasa convivencia familiar.
Más allá de ser una medida popular, lo que existe de fondo es muy relevante y puede transformar el rumbo de las familias mexicanas. La vida caótica en las ciudades ha tenido un impacto importante en el tejido social. La travesía diaria para dirigirse al trabajo, los salarios que cada vez alcanzan para menos, así como la tensión laboral, son condiciones que han derivado en un incremento de la violencia doméstica.
El día a día de un trabajador promedio inicia a las 4:00 de la mañana para alistarse y salir a buscar el transporte, tomando en cuenta los tiempos de espera y traslado, con el fin de llegar puntualmente al trabajo y no perder el bono de puntualidad. En el mejor de los casos, la impuntualidad no se acumula hasta generar tres retrasos que puedan ser motivo de despido.
El regreso a casa es igual: salir después de la jornada laboral de ocho horas, luego encaminarse a la parada de autobús, hacer largas filas, que, con suerte, será solo una, llegar a casa alrededor de las 10:00 p.m. y preparar las cosas para el día siguiente. Si hay hijos pequeños, seguramente ya los encuentran dormidos. Se hace tarde para dormir, y hay que volverse a levantar en unas pocas horas.
Mucha de nuestra gente también trabaja los fines de semana, por lo que el descanso es un lujo que, con el tiempo, le cobra factura al cuerpo y empiezan los problemas de salud.
Enhorabuena por las políticas públicas que los gobiernos de la Cuarta Transformación han implementado en México, las cuales, sin lugar a dudas, tendrán un impacto positivo en la vida de las personas, las familias y nuestra sociedad.
El salario, las horas de trabajo, las jubilaciones y la seguridad social son elementos esenciales para la vida laboral. La conmemoración del Día del Trabajo debe venir acompañada con avances para la clase trabajadora y de reformas de alto impacto, como la reducción de horas de la semana laboral, para devolverle calidad de vida a las personas.
