Opinión

Crisis de inseguridad en Nuevo León: Prioridades descarriadas

Sección Editorial

  • Por: Ana Rent
  • 23 Mayo 2023, 20:00

En los últimos meses, Nuevo León ha sido testigo de una alarmante escalada en la crisis de inseguridad que azota al estado. Los ataques contra policías se han incrementado de manera preocupante, y lo que es aún más desgarrador, hemos presenciado la pérdida de vidas de menores de edad inocentes.Estos trágicos acontecimientos nos traen a la memoria una época oscura en la que las víctimas colaterales eran lamentablemente comunes. Es evidente que la seguridad se ha vuelto un tema urgente, pero sorprendentemente el gobierno estatal parece haber extraviado sus prioridades en asuntos triviales e insignificantes.Es innegable que el gobierno estatal tiene la responsabilidad primordial de brindar seguridad a la ciudadanía. Es su deber garantizar que los ciudadanos vivan en un entorno seguro y protegido, donde la tranquilidad no sea un privilegio, sino un derecho fundamental. Sin embargo, la administración actual ha dejado de lado esta responsabilidad crucial en favor de otros temas que parecen carecer de la misma relevancia y urgencia.Resulta desconcertante observar cómo el gobierno estatal se distrae con asuntos banales mientras la población de Nuevo León enfrenta una creciente ola de violencia. Parece haber olvidado que su deber principal es proteger y servir a los ciudadanos.Mientras las calles se vuelven cada vez más peligrosas, la administración estatal parece estar más preocupada por cuestiones políticas triviales y agendas personales. Esta falta de enfoque es inaceptable y podría percibirse hasta como una traición a la confianza depositada por los ciudadanos en aquellos a quienes eligieron para liderar.La inseguridad no es un problema que pueda ser ignorado o minimizado. Las cifras hablan por sí solas: ataques contra policías, pérdida de vidas inocentes, un clima de temor que se adueña de nuestras comunidades. Estos hechos deberían estar impulsando a la administración estatal a tomar medidas audaces y decididas para enfrentar esta crisis. Sin embargo, en lugar de esto, se dedica tiempo y recursos a disputas partidistas y asuntos de poca relevancia en comparación.Es crucial que el gobierno de Nuevo León despierte de su letargo y vuelva a enfocarse en lo que realmente importa: la seguridad de sus ciudadanos. Es necesario implementar políticas integrales que ataquen de raíz la inseguridad, fortalecer y dotar de recursos adecuados a las fuerzas de seguridad, además de garantizar que existan mecanismos efectivos para prevenir y combatir el crimen.Los ciudadanos merecen sentir que su gobierno está comprometido con su bienestar y que no están solos en esta lucha. La creciente crisis de inseguridad en Nuevo León es una llamada desesperada que requiere la atención y acción inmediata del gobierno. Es inaceptable que el gobierno desvíe su mirada hacia asuntos triviales e intrascendentes. Es hora de que las autoridades retomen su responsabilidad primordial, que trabajen incansablemente para devolver la seguridad y la paz a las calles de Nuevo León.La seguridad no puede ser considerada como una cuestión secundaria o postergada. Es un tema que requiere una atención constante y una estrategia integral para abordar tanto las causas como las consecuencias del crimen. No podemos permitir que más vidas se pierdan en medio de la indiferencia y la falta de acción por parte del gobierno.Es comprensible que un gobierno estatal deba ocuparse de múltiples temas y desafíos, pero la seguridad debe ser una prioridad incuestionable. Sin una base sólida de seguridad, cualquier otro avance o logro se verá opacado por el temor y la inestabilidad. Los ciudadanos tienen derecho a vivir en paz y a sentirse protegidos en su propio entorno.Es hora de dejar de lado las distracciones y los asuntos triviales, y volver la mirada hacia lo que realmente importa: la vida y el bienestar de los ciudadanos. Sólo a través de un compromiso serio, recursos adecuados y políticas efectivas, podremos superar esta crisis y construir un futuro seguro y próspero para todos los habitantes de Nuevo León. No podemos permitir que las víctimas colaterales y el miedo regresen a nuestras calles.

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