Crisis de migrantes en Monterrey: ¿qué hacer?

Ayer escribí sobre el inminente arribo a Monterrey de una caravana de casi 5,000 migrantes. No es que divisemos el ejército de refugiados en el horizonte. Vendrán por oleadas y grupos de mayor y menor tamaño. Poblarán los albergues, las calles, los parques, las plazas públicas y las avenidas en busca de techo, alimento y agua. Su meta será cruzar la frontera de EUA. ¿Lo conseguirán? Evidentemente no. ¿Retornarán a sus países de origen? Evidentemente no. ¿Quién tendrá la culpa de esta crisis humanitaria sin precedentes? Los culpables son concretamente dos organismos del gobierno mexicano, cuya única razón de ser consiste en gastar recurso públicos, empalmar sus funciones, pelearse entre ellos y piraterarse el presupuesto uno del otro. Por un lado, está el Instituto Nacional de Migración (INM), que arrastra la mala fama de prácticas corruptas y tortura de migrantes. Por otro lado, está la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), que funciona como barril sin fondo de dinero público. ¿Qué conviene hacer para lograr una buena política migratoria en México? Desaparecer ambos elefantes blancos. Que se eliminen el Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. Urge crear una nueva dependencia que no sea corrupta, no sea abusiva con el migrante y se coordine mejor con las demás instancias. Desde el año 2020, hasta hoy, se han expulsado 2.6 millones de personas de EUA. ¿Se les mandó a su país de origen? No. Quedaron en la frontera con México. Y quienes llevan la peor parte son las personas que buscan asilo por motivos humanitarios. Doy un ejemplo para que midamos la tragedia que viene. En Italia, se ha decretado legalmente el estado de emergencia, porque en las últimas semanas han arribado a sus costas 3,000 migrantes irregulares, cruzando el Mediterráneo. Viajan en botes abiertos, casi a la deriva, que se llaman pateras. En cambio, sólo entre Reynosa y Matamoros, rondan 7,000 migrantes sin un destino claro. 2,000 migrantes más que los que han llegado recientemente a toda Italia. Pero aquí nadie se escandaliza. Aquí volteamos para otro lado. Aquí no pasa nada. Es hora de hacer algo.