Es inaceptable que en pleno siglo XXI, en la zona metropolitana de Monterrey, sigan siendo parte de la movilidad local los carretones llevados por caballos en muy malas condiciones, forzados a trabajar por largas jornadas, sin descanso y sin alimento.
La Ley de Protección y Bienestar Animal para la Sustentabilidad del Estado de Nuevo León prohíbe expresamente en su artículo 29 el uso laboral de animales de carga y tiro en las áreas urbanas del estado.
El artículo 50 es aún más enfático. Los vehículos de tracción animal quedarán prohibidos para su uso en todo el estado, salvo que sean utilizados en labores propias del campo.
Sin embargo, en la zona metropolitana de Monterrey, es muy común ver carretoneros, quienes recolectan residuos utilizando como transporte una carreta llevada por un caballo. Caballos en muy malas condiciones físicas, enfermos, sobrecargados en peso, malnutridos, maltratados y en ocasiones que se desmayan a mitad del camino.
Como diputada presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local en 2020, me tocó encabezar la reforma integral a la Ley de Protección y Bienestar Animal, para lo cual trabajamos de la mano con asociaciones, rescatadores de animales, especialistas y autoridades estatales y municipales, lo que derivó en la protección total a los animales de tiro y la prohibición explícita de circulación en zonas urbanas.
A 5 años de la reforma, lamentablemente, es muy común ver carretones movidos por caballos que, además de la situación precaria en que se encuentran, son obligados a trabajar bajo el rayo del sol a 40 grados Celsius sin recibir agua y alimento. ¡Es crueldad animal y es una violación a la ley!
En 2018, el entonces alcalde de Guadalupe, Francisco Cienfuegos, echó a andar un programa para la sustitución de carretas por vehículos motorizados, otorgándole a las personas recolectoras la oportunidad de continuar sus actividades con un vehículo motorizado con el apoyo del municipio; sin embargo, no se logró erradicar a los animales de tiro y carga de las calles por cambio de administración y falta de continuidad en el programa.
Actualmente, Manuel Guerra Cavazos, alcalde de García, es el único que prohíbe la entrada de carretoneros a su municipio. El edil es reconocido por su larga lucha y trabajo en defensa de los animales.
García, al no permitir la circulación de vehículos movidos por caballos, evita el incremento del maltrato animal metropolitano.
Para llevar a cabo el cumplimiento de la ley para erradicar los animales de tiro y carga de la zona metropolitana, se requiere un programa para sustitución de animales por vehículos motorizados y, lo más importante, habilitar o recurrir a un refugio para caballos, yeguas y burros a donde puedan ser trasladados una vez que sean retirados del arduo trabajo de carga. De esta manera se evitará la crueldad de que sus dueños los dejen morir de hambre o los maten, porque ya no les serán útiles.
Sería muy bueno aprovechar el liderazgo del alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, como presidente de la asociación de alcaldes, para plantear este tema en la mesa de coordinación; sin duda es un tema socialmente relevante, ya que, adicionalmente a la crueldad animal que representa, se evitarían riesgos de accidentes a la circulación en zonas urbanas.
Es muy importante homologar reglamentos municipales, invertir en programas e incentivos para quienes viven de la recolección de residuos, ordenar el acopio y confinamiento de residuos sólidos urbanos realizados por particulares y encaminarse a erradicar toda forma de maltrato animal.
El artículo 49 de la misma ley obliga a todas las personas propietarias, encargadas o que posean un animal de carga, tiro o monta a procurarle alimentación, cuidado y resguardo apropiados a los animales. Debemos vigilar que esto se cumpla para que podamos transitar a una sociedad libre de maltrato animal y libre de violencia en general, lo que tanta falta nos hace.