Déjenme decirlo: Daniel Jones está haciendo con los Colts lo impensable… y sí, yo también me froté los ojos la primera vez que vi las estadísticas. Segundo en yardas por intento, tercero en índice de quarterback y liderando a un equipo que inicia 3-0.
¡3-0! Indianápolis no veía esto desde 2009, cuando Peyton Manning comandaba la ofensiva y terminaron con un récord de 14-2 antes de caer en el Super Bowl ante Drew Brees y los Saints.
Claro, algunos dirán: “Bueno, el calendario los favoreció un poco”. Sí, seguro, sobre todo en sus enfrentamientos ante los Titans y los Dolphins. Pero esperen… en la Semana 2 tuvieron su prueba de fuego contra Bo Nix y los Broncos, aspirantes al Oeste de la Americana.
Ahí es donde uno empieza a pensar: ¿realmente estos Colts podrían llegar a la Final de Conferencia? Algunos “expertos” ya se adelantan. Yo no. Todavía no.
¿Quieres que te cuente otra estadística jugosa? Indianapolis sólo ha tenido que despejar una sola vez en tres partidos. ¡Una sola! Y fue en Tennessee, donde ganaron 40-21. Wow… suena a equipo dominante, ¿verdad? Pero no me engañen. Es demasiado pronto para endiosarlos.
Daniel Jones parece un quarterback diferente en Indianápolis. Preciso, eficiente… algo que apenas asomaba en Nueva York antes de que se convirtiera en un desfile de errores.
Algo cambió para esta exestrella de Duke de 28 años. Tras salir de los Giants —donde nadie creyó que podía ser un quarterback franquicia— se refugió con los Vikings.
No jugó, pero dice que trabajar con Sam Darnold y Kevin O’Connell la temporada pasada le enseñó lo que le faltaba para brillar.
Jones está haciendo su parte… y su equipo también. Cinco receptores con al menos ocho recepciones cada uno. Esto no es un espectáculo individual; es un show de equipo. El coach Shane Steichen no ha escatimado elogios y, honestamente, tiene por qué.
Su siguiente reto: los Rams (2-1) este domingo. Y la gran pregunta: ¿puede Jones mantener este nivel durante otros 14 partidos? La historia dice que los equipos que no eran favoritos y arrancan enloquecidamente rara vez llegan a la Final. Pero quién sabe… tal vez estos Colts logren callarme la boca.
