Con la era digital, la conexión a internet, el “wi-fi”, el streaming, y en general el rol de altísima dependencia que juegan los dispositivos electrónicos en nuestra vida, se han erigido poderosísimos intermediarios que, poco a poco y sin que quizá nos demos cuenta, están prácticamente controlando todo lo que hacemos.
Nos referimos a las “apps”, o plataformas a través de las cuales realizamos nuestras principales actividades: desde comunicarnos con el mundo, hasta comprar bienes y servicios, mover dinero, pedir comida, viajar y divertirnos.
Hace dos semanas hablábamos en este espacio de las interesantes ideas del economista, político e “influencer” griego Yanis Varoufakis, que plantea que estos intermediarios tecnológicos, dueños de las grandes plataformas de la llamada Big Tech, y de los servidores donde todo se almacena, están creando una especie de “feudalismo digital” porque se erigen como auténticos “señores feudales” que nos van a cobrar rentas -o al menos una “comisión”- por todas las actividades que hacemos, incluyendo las laborales (donde dependemos del uso de apps que tienen costo), nuestras compras -que ya son en línea a través de portales como Amazon o E-bay-, y por supuesto el comunicarnos con otros, o publicar nuestras historias en esta vida dominada por redes sociales (donde también, de alguna manera, algo nos cobran).
El ejemplo que publicó esta semana el periódico El Horizonte es sumamente elocuente: las apps de comida como Uber Eats no sólo nos hacen la vida más fácil llevándonos comida a domicilio, sino que nos cobran una “renta” por hacerlo (más allá del costo del envío, que es aparte, y del costo, de por sí inflado, del producto).
Estas rentas que pagamos están cada vez más “en medio” de todo en nuestra vida, y aparecen donde hacemos lo que antes siempre hacíamos sin pagar renta, como ir al supermercado, comprar ropa en una tienda, hablar con los amigos o guardar dinero en el banco; sólo que ahora las apps intermediarias, que ahora estamos forzados a usar para todo, y que que son utilizadas ya por una cada vez mayor proporción de la población mundial, nos cobran un servicio casi casi ¡por su mera existencia!
En el caso de Uber Eats, Didi y Rappi, sorprende la cantidad de dinero que nos están “quitando” por ser intermediarias en nuestros hábitos alimenticios.
Como muestra el reportaje de El Horizonte, no sólo cobran el envío -el cual, se entiende, es el pago al repartidor o transportista-, no sólo cobran una “cuota de servicio” -que es el costo de mantener el app, donde por cierto están ganando una cantidad alocada de dinero-, sino que además ENCARECEN el producto en sí mismo, pues el precio de la comida que nos mandan sube entre 30% y ¡hasta 100%! frente al precio original de la tienda. ¡Wow!
Quizá no nos hemos dado cuenta de lo que nos está costando este “intermediarismo” de la big Tech, que no sólo es un problema de costo, sino del CONTROL y el PODER que tienen estas empresas, pues así como nos cobran por dar el servicio, también NOS PUEDEN BLOQUEAR o DESCONECTAR, como en el caso de las redes sociales que “tumban” o “banean” una cuenta, de acuerdo a sus políticas.
Si esas empresa de Big Tech lo deciden, dejas de existir, o dejas de poder usar todos esos servicios que ofrecen.
Esto describe, en palabras de Yanis Varoufakis, a unos nuevos “señores feudales” realmente “súper poderosos”.
Y eso, dice ese autor, implica un cambio en nuestro sistema económico a como lo conocemos. Afirma que se trata incluso de una transformación mayúscula del capitalismo; casi casi, una “muerte” del libre mercado como se conocía originalmente.
Dice Varoufakis que “no fue la clase obrera la que derribó al capitalismo (como soñaban los comunistas)”, sino que fue un fenómeno dentro del propio capital el que lo transformó.
Como “un virus que mata a su huesped”, se trata de un nuevo tipo de capital, que él llama el “Capital en la Nube”, el que está destruyendo el sistema capitalista tradicional, creando lo que él considera una especie de “feudalismo dominado por plataformas digitales”.
“El capital desarrolló una mutación de sí mismo, que yo llamo Capital en la Nube; una forma particular de Capital que ha ‘matado al capitalismo’, su huésped”, dice Varoufakis. A este nuevo sistema él lo considera “una barbarie”, pues dice que los multimillonarios del Big Tech, como Jeff Bezos o Elon Musk, se distinguen del resto de la sociedad y de los empresarios comunes, en que poseen una nueva forma de capital en la nube que les permite “extraer rentas y excedentes” de prácticamente todos los ciudadanos del mundo.
Esas rentas son enormes, lo que constituye “una forma de feudalismo”, pues ahora son los grandes “dueños de la nube”, donde todos los que usan la nube o pasan por la nube, le “pagan renta” a estos “señores” de la Big Tech, generando diferencias enormes con el resto de la sociedad, y fortaleciendo a unos pocos de una manera abismal.
El poder que concentran las pocas empresas de la llamada Big Tech es enorme, algo inaudito y no visto en toda la historia del capitalismo del siglo XX.
¿Será que ya no hay marcha atrás para librarnos de esto?
