Del ring legislativo a los humos de la Corte
Sección Editorial
- Por: Luis Gerardo Treviño
- 04 Septiembre 2025, 00:39
En días pasados hubo un conato de bronca —o de pleito de pandilleros— que, lamentablemente, ocurrió en el recinto de la Cámara de Senadores, donde se estaban terminando la sesión de la Permanente. Desde mi percepción, eso pareció un pleito más arreglado que muchos de los boxeadores famosos, por no decir que más que los del colorado Canelo Álvarez.
Con todos los temas críticos del tejaban de doce millones del senador que se dice compañero del presidente López, agregue usted las controversias entre lo que pregona de austeridad y la versión de “no tengo por qué justificar nada”, así como sus viajes a todo lujo —los cuales tiene derecho a realizar siempre que los cubra con dinero de su propio peculio, lícitamente obtenido y declarado, tanto como servidor público, como en su declaración de ingresos ante el fisco—, aquí nos hacemos una pregunta: ¿de qué lado del ring te consideras estar?
Si del presidente saliente del Senado, quien hace uso de su poder para aplastar con su mayoría a los otros senadores de la oposición, sabido es que, en el historial de Gerardo Noroña, fue de los líderes distinguidos como revoltosos (en algunas partes les llaman porros) de la UNAM; hay algunas gráficas donde acompaña a una mujer delgada de pelo chino.
¿O del otro lado, donde él se agencia la renovada presidencia del otrora partidazo, Alejandro, apodado de muchas maneras, entre otras como “Malito” o “Alito”, de apellido Moreno, quien se jacta de que toda su vida ha sido servidor público. Si usted, amigo lector, hace cuentas —aun guardando todos sus sueldos, pensando en que fueran del nivel gobernador y sin gastar nada, no le alcanzaría para pagar el patrimonio que ostenta.
De lo demás, saque usted sus conclusiones. Al caso: tan malo el pinto como el colorado, como dirían los galleros.
Los dos son muy distinguidos en sus tribus: uno del Partido del Trabajo y el otro del Partido Revolucionario Institucional. Ambos son un caso perdido en cuanto a lo que sería de esperarse de senadores de la República, donde se debe privilegiar la negociación para alcanzar acuerdos que beneficien a la Nación. Pero, lamentablemente, mostraron el bajísimo nivel de actores políticos que abundan en nuestro país.
Algunos de ellos ni siquiera fueron votados en forma directa, pues los metieron en el paquete como pluris o de partido. Así que ya sabe usted qué mugrero de representantes populares.
Imagine usted: ellos tienen, entre otras cosas, la tarea de velar por la soberanía y las relaciones con otros países. Por un momento, atrévase a pensar que de ellos dependiera una negociación o acuerdo entre naciones, seguro provocan un conflicto bélico donde usted y yo —con nuestras familias y amigos— estaríamos en riesgo de guerra por su falta de capacidad negociadora.
¿O todo este show es la simulación más grande de los últimos tiempos?
Pasando a otro escenario: llegó la fecha y entra en funciones la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación. Para quienes no están muy familiarizados con el tema, es el Tribunal Constitucional de México y encabeza el Poder Judicial de la Federación. Su principal función es vigilar que las leyes y actos de autoridad se apeguen a la Constitución y no vulneren los derechos humanos de las personas. La Corte, en su papel de guardiana de la Constitución, garantiza la separación de poderes, el principio democrático y los derechos fundamentales, para beneficio de todas las personas que habitan el territorio nacional. (Tomado de la página de la SCJN).
Ahora, transcribo una opinión jurídica del Dr. Valdemar Martínez Garza respecto de las primeras acciones de los nuevos ministros:
Si conforme al Art. 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, nuestro país es laico, los nuevos ministros y ministras, como guardianes de la CPEUM que protestaron cumplir y hacer cumplir, la violaron abierta y descaradamente, al someterse a rituales religiosos indígenas de ahumaciones y encomiendas a Quetzalcóatl, deidad indígena representada por el cuerpo de la serpiente y las plumas del quetzal.
En el libro del Génesis, la serpiente representa a satanás, que con su tentación llevó a Adán y Eva a la expulsión del Edén. Espero que esas encomiendas no sirvan de pretexto y tentación para seguir violando la Constitución, pues en caso contrario, serán expulsados del paraíso del máximo Tribunal del país.
Qué pena, pero es una manera de iniciar violando la constitución que prometieron hacer cumplir. Usted tiene la mejor opinión.
X @luisgfortaleza
Instagram @luisgerardotrevinogarcia
Fb. Luis Gerardo Treviño García
Fb. Fortaleza Ciudadana compromiso por la seguridad
Compartir en: