¿Cuál Paquete Fiscal debe entrar en vigor en Nuevo León iniciando del próximo año?
Sin Censura
Mientras los nuevoleoneses de buena voluntad celebramos hoy la Nochebuena, hay otros nuevoleoneses de mala voluntad —los diputados locales— que pueden estropear las finanzas estatales.
A pesar de que están de vacaciones, estos legisladores planean darle de patadas al pesebre.
El Congreso del estado dejó un cabo suelto, se metió en un dilema que puede acabar sentando un mal precedente. Cuando no hay acuerdo ni consenso para aprobar el Paquete Fiscal, entra un procedimiento que se llama “reconducción presupuestal”.
¿Qué quiere decir esto? Que se mantiene el mismo prepuesto del año por concluir. En tanto no se pongan de acuerdo las partes, no puede entrar la propuesta alterna de Paquete Fiscal que decidieron, abusivamente, unas cuantas bancadas legislativas.
Y es que resulta que esta propuesta alterna a la que presentó el Ejecutivo estatal, a través de su hasta ahora tesorero, Carlos Garza —esta propuesta extra que inventaron sobre las rodillas las bancadas opositoras—, fue diseñada dolosamente para que las alcaldías que controlan esas bancadas incrementen vorazmente sus partidas por una vía muy forzada. Muchos dirían incluso que indebida.
Fueron muchos días los que dedicó el equipo del tesorero Carlos Garza para hallar la cuadratura al círculo del Paquete Fiscal. Fue el último esfuerzo que realizó Carlos Garza antes de dejar su cargo al frente de las finanzas estatales durante una década. Y, en vez de reconocérselo y aprobárselo, los opositores prefieren salirse con la suya.
No es opcional escoger si procede el Paquete Fiscal que presentó el Ejecutivo estatal para que entre en vigor el próximo 1 de enero de 2026, o si debe ser sustituido por la propuesta voraz de las bancadas opositoras. Por supuesto que aplica aquí la “reconducción presupuestal”. Debe quedarse el presupuesto actual tal como está, en tanto se llega a un arreglo.
Legislar es también acatar y no agandallar. Eso deben saberlo los diputados locales que no ven la Nochebuena como una espléndida ocasión para redimirse, sino para sacar partido de su oportunismo político.
Más hermandad y menos voracidad. Así salimos ganado todos.
