El calendario escolar 2024-2025… más ajustado a la realidad en Nuevo león
Entre profes y Política
Como dijera mi madre, doña Lupita: “Ándele gobernador, así sí”. Si bien es cierto el calendario escolar oficial marca 190 días hábiles de labores docentes, también considera unos días que no se trabajan. Dentro de estos últimos están contemplados los que son por ley y, obviamente, los que no están enmarcados en la legislación del trabajo: Los últimos viernes de cada mes. Las clásicas juntas de Consejo Técnico Escolar (CTE).
Este tema es un área de oportunidad que bien se puede ajustar. Tenemos hoy en día un mal llamado “juntitis”. Así es, estas juntas están resultando, la mayoría de ellas obsoletas, retrógradas y carentes de toda objetividad. Fácil se pueden suprimir 6 o 5 de ellas. Luego entonces el calendario escolar lo podríamos iniciar una semana previa al 2 de septiembre. ¿A poco no?
Si esto fuera posible, ¿qué se haría en dicha semana previa? Sencillo, los trabajos de inscripciones se llevarían a cabo sin ningún problema. Lo hicimos así durante muchísimos años atrás y con resultados 100% óptimos. Sin lugar a dudas o equivocaciones se estarían trabajando los mismos días que ordena el calendario escolar federal.
Actualmente estamos evaluando por trimestres en escuelas del nivel secundaria.
Fácilmente podemos tener sólo tres juntas de CTE, no más. En ellas veríamos perfectamente los avances y áreas de oportunidad de nuestros estudiantes, así como la problemática de cada plantel escolar.
Se tomarían acuerdos sustantivos y válidos para su inmediata solución: La formación del alumnado. Es decir, se pondera la formación sobre la información, aspecto relevante en planteles educativos de educación básica.
El gobernador Samuel García ha avanzado positivamente en este tema haciendo ajustes al calendario oficial federal y, en pleno uso de sus funciones y de conformidad con la Ley General de Educación en Nuevo León, gira instrucciones para hacer las modificaciones necesarias en base al contexto regional para que el ciclo escolar, sin alterar lo establecido por la Federación, se pueda desarrollar en la entidad de mejor manera procurando las condiciones ambientales extremas.
Probado está que Nuevo León es zona de alto riesgo por situaciones climáticas ajenas a toda lógica científica y es motivo de posibles daños a niños y trabajadores de la educación en general.
Lo anterior generó la eliminación del calendario oficial federal los días marcados como inasistencia por “descarga administrativa” y como conclusión el ciclo escolar una semana después del 30 de junio.
Hace poco escribimos en este espacio la siguiente pregunta: ¿porqué no iniciar el año escolar el 2 de septiembre, así como también porqué no terminarlo el 30 de junio? Bueno, pues ya estamos muy cerca de lograrlo. Solo dos semanas nos separan de tal objetivo.
¿Es en serio que sí es posible establecer el calendario escolar como está la pregunta del párrafo anterior? CLARO QUE SÍ ES FACTIBLE. Sólo es cuestión de aplicarse y/o eliminar algunas “juntitis” y algunos “cursitis”. Dicho de otra manera: con tantita voluntad y un ganchito se puede lograr.
Miren, sin hacernos “bolas” se cumplirían los 190 días laborables marcados por el gobierno federal y el ahorro para el gobierno del Estado sería muy considerable.
¿Ahorro? Sí, ahorro. Ahorro en agua, luz, dinero que se destina al pago de los famosos “contratos”, en movilidad, etc. Además, se incrementa la economía estatal dado que en periodo de vacaciones existe mayor flujo de dinero.
El consumismo estaría en su máxima expresión. En resumen, se recobraría el autoestima además de fortalecer el aspecto socioemocional de alumnos y maestros como en los viejos
tiempos. Samuel Alejandro García Sepúlveda, gobernador constitucional de Nuevo León, usted tiene la última palabra. Estimados y respetados lectores ¿ustedes qué opinan?