Los Dallas Cowboys pueden presumir —y lo hacen con un orgullo que raya en la arrogancia— ser la franquicia deportiva más valiosa del planeta.
Doce mil ochocientos millones de dólares, según Sportico. Sí, leyó bien: $12,800 millones. Y en 2024 rompieron la barrera de los $10,000 millones como si fuera una piñata en una fiesta de millonarios.
Pero aquí está mi pregunta: ¿no cambiarían todo eso por un boleto al Super Bowl… y ganarlo? Yo no tengo duda: sí.
Porque el dinero compra estadios, jerseys, marketing global y hasta reality shows… pero no compra gloria en febrero.
Y si hablamos de gloria, los Cowboys viven de las sobras de los 90. Su último Vince Lombardi llegó en 1995, aquel 27-17 a los Steelers en el Super Bowl XXX. ¿Han pasado casi 30 años? Sí, tres décadas… y contando. Muchos aficionados adultos nunca han visto a su equipo en ese juego.
En el campo, los números son más terrosos que estelares. Desde 2020 suman 49 victorias y 35 derrotas:
2020: 6-10
2021: 12-5
2022: 12-5
2023: 12-5
2024: 7-10
Sus últimos playoffs fueron en 2023. Duraron lo que un respiro: derrota 48-32 contra Green Bay en la ronda de comodines. La última vez que ganaron en postemporada fue en 2022, 31-14 a Tampa Bay, su primer triunfo de visitante en playoffs desde 1992.
Dallas es un gigante que factura como nadie, con un estadio que es un templo, una afición que llena todo y una marca que hasta un niño en Tokio reconoce. Pero no se vive de branding. La vitrina necesita polvo nuevo, no reliquias de hace tres décadas.
Y para quienes me digan que este 2025 “puede ser su año”, les recuerdo que no están entre los favoritos. Las casas de apuestas ponen arriba a Eagles, Ravens, Bills, Chiefs y hasta Lions. Sí, Lions.
Pero el futbol americano es el juego de los imprevistos. Tienen 17 semanas para demostrar que todavía tienen hambre.
Como decía Vince Lombardi: “No importa cuántas veces caigas, lo que importa es cuántas veces te levantas”.
Pues es hora, Cowboys, de levantarse… y de una vez por todas, dejar de vender humo y empezar a vender victorias.
Odell, ¿regresa?
Algunas cosas simplemente deben verse para creerse. Y una de esas cosas es la supuesta resurrección deportiva de Odell Beckham Jr.
Sí, ese mismo receptor que parecía haber quedado en el olvido desde que los Dolphins le dieron la patada durante la temporada 2024.
Pero no se preocupen, OBJ está de vuelta… al menos en redes sociales. Recientemente, decidió recordarle al mundo que todavía le interesa jugar, respondiendo a un informe falso que aseguraba su retiro.
Tom Pelissero de NFL Media/ESPN dijo: “Odell Beckham Jr., tres veces Pro Bowl, ha despertado interés de varios equipos y planea jugar en algún momento de 2025, según una fuente. Como publicó el propio OBJ, no se retira y continúa entrenando con la expectativa de estar pronto en el campo”.
Interesante (como dice Chicharito)… si tantos equipos lo tienen en la mira, ¿por qué no tiene ni uno solo que lo fiche ya?
Ahí está el pequeño detalle: Beckham Jr. ha disputado apenas 23 partidos desde aquella fatídica rotura de ligamento cruzado en 2021. El año pasado, en nueve encuentros con los Dolphins, acumuló 55 yardas tras nueve recepciones. Sí, leyeron bien: 55 yardas.
No voy a mentir, entiendo por qué los equipos dudan. No es que OBJ no tenga talento, es que los riesgos aquí podrían ser mayores que las recompensas.
Pero, hey, nunca se sabe… tal vez algún día lo veamos de nuevo en acción, y yo estaré aquí, con mis palomitas, para verlo intentar convencer a todos de que todavía puede brillar.