El juego que abre la eternidad
Sección Editorial
- Por: Yvette Serrano Tinoco
- 31 Julio 2025, 00:18
Llegó, al fin, la mejor época del año. O al menos lo es para mí… y para millones que, como yo, ya no sabíamos qué hacer con nuestros días sin la NFL.
El futbol americano está de vuelta. Respira. Late. Nos llama. El Juego del Salón de la Fama no es sólo el arranque de la pretemporada. Es un ritual. Una tradición que marca el renacer de las historias que vamos a contar durante los próximos siete meses.
Porque más allá del marcador o del resultado, lo que realmente importa este fin de semana en Canton, Ohio, es la eternidad.
Cada año, entre cuatro y hasta nueve exjugadores son inmortalizados. Tras cinco años de retiro, reciben el llamado que todo atleta sueña: pertenecer a ese rincón sagrado que resume décadas de esfuerzo, entrega y grandeza.
No cualquiera llega ahí. Lo hacen quienes marcaron época, quienes transformaron el juego y lo elevaron.
Por eso, creo que la NFL no pudo elegir mejor manera de empezar la temporada que con este juego. Porque aquí no solo se abren los emparrillados. Aquí se abre el telón de la memoria.
Este año, los Chargers y los Lions se enfrentan en el legendario Tom Benson Hall of Fame Stadium. Dos franquicias que rinden homenaje a sus íconos.
Entre los inducidos, destaca Antonio Gates, un tight end inolvidable que redefinió su posición.
Lo recuerdo claramente: su capacidad para aparecer en momentos críticos, su talento en la zona roja, su instinto bajo presión…
¿Sabías que ningún jugador desde el año 2000 ha anotado más touchdowns en zona roja que él?
Gates sumó 93 recepciones de touchdown dentro de la yarda 20. Por ponerlo en perspectiva: Larry Fitzgerald le sigue con 83. Tony Gonzalez y Jimmy Graham, empatados con 74.
Aun cuando las lesiones —sobre todo la maldita fascitis plantar— mermaron sus últimos años, Gates jugó hasta 2018. Su lugar en Canton debió llegar antes… pero respiro tranquila: ya le tocaba.
Junto a él, también serán inmortalizados Eric Allen, Jared Allen y Sterling Sharpe, grandes nombres que ya son parte de la leyenda.
Como dato, las franquicias que más han contribuido al Salón de la Fama son Chicago, Dallas, Pittsburgh y Green Bay. Lógico. Historias profundas, glorias incontables, tradiciones que cruzan generaciones.
Y ahora, desde México, podremos ver el juego a las 18:00 horas (centro del país) por ESPN. Pero insisto: esto no va de un partido. Va de algo mucho más poderoso.
Jean-Paul Sartre decía que el ser humano no tiene una esencia predeterminada, sino que se construye a través de sus actos.
“El hombre no es otra cosa que lo que hace de sí mismo”.
Y entonces lo entiendo todo: ser inmortalizado es ser recordado por haber vivido auténticamente.
Los jugadores que este fin de semana entran a Canton no solo hicieron historia. La construyeron.
Y por eso, jamás serán olvidados.
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