El uno de enero de 1994 a las cero horas inició un movimiento revolucionario en Chiapas, conocido como el ejército zapatista de liberación nacional (EZLN), hubo toma de poblados y cabeceras municipales en el asalto militar.
Un grupo de anarquistas, socialistas, comunistas o de alguna corriente del pensamiento afín se internaron en la selva lacandona y construyeron su plataforma ideológico-militar sobre la cual basan su movimiento armado que terminó en desaparecer por inacción.
Escribiré más a la memoria de aquellos sucesos que con sustento documental, que lo hay y mucho.
Las imágenes en la principal televisora nacional y en medios impresos dieron la vuelta al mundo aquel uno de enero de hace 30 años. Encapuchados que se autodenominaban ejército de liberación nacional tomaron por asalto algunos poblados chiapanecos, declararon la guerra al Estado mexicano y a sus instituciones de gobierno.
Sustentaron su alzamiento revolucionario en el artículo 39 constitucional donde se establece que el pueblo tiene en todo momento la facultad para cambiar la forma de gobierno existente. En ese momento se declararon como pueblos autónomos con régimen de gobierno y estructura de autoridad propias.
Cobra fama mundial Rafel Sebastián Guillén Vicente, el subcomandante Marcos, de quien luego sabríamos era un tampiqueño egresado de la UNAM en la carrera de filosofía y letras y hermano de una priista que fuera legisladora federal y funcionaria en su natal Tamaulipas.
Marcos, personaje ligado con Nuevo León. Fue ajefista en la Logia del estado; ligado al “hermano Pedro” y “el comandante Germán”, ambos de apellido Yáñez Muñoz, el primero César y el segundo Fernando. Originarios de “El Mezquital” en Apodaca, Nuevo León. Reconocidos militantes de la guerrilla de los 70´s y distinguidos por su activismo político-social en favor del comunismo.
A principios del siglo XXI, conocí de un museo en su poblado natal dedicado a sus actividades en la guerrilla. Hoy día sus sobrinos o sobrinos nietos son funcionarios en gobiernos priistas y panistas de la entidad; un gran amigo y hermano de vida desde hace casi 40 años es familiar de ellos y por él conocí un poco más del pensamiento de sus parientes.
El EZLN se proclamó en reivindicación de las causas revolucionarias agrarias zapatistas. Es pertinente decir que son distintos Emiliano Zapata, el zapatismo surgido con su muerte y el neozapatismo del EZLN, a tal que podemos asegurar que Zapata y el zapatismo romántico que se reivindica son distintos entre sí.
El movimiento nacido en Chiapas cobró adeptos por todo el país y el mundo, de inmediato llegaron franceses, españoles y de otras nacionalidades quienes se sumaron ideológicamente a las reivindicaciones y proclamas de Marcos.
En Nuevo León conocí personas que se afiliaron al movimiento, algunos más por romanticismo que por verdadera ideología, lo cierto es que hubo colectas, aportaciones y donativos que se acopiaron por nuevoleoneses afines al zapatismo chiapaneco.
Hubo quienes viajaron desde tierras regias en apoyo al movimiento, los románticos del socialismo no se hicieron esperar, era evidente que grandes poblaciones del magisterio, periodismo y la política, entre otras actividades profesionales simpatizaron con la causa.
Vivíamos la magia del salinismo, un país que se codeaba con los países desarrollados. Un año después la “cruda” haría estragos en el gobierno de Ernesto Zedillo.
Han pasado 30 años de aquel alzamiento y Chiapas no ha cambiado, murieron algunos cabecillas y de aquel día histórico, sólo queda la memoria y muchas leyendas.