El oro y el SyP 500 baten récords a la vez: ¿señal de fortaleza o de alerta?
Sección Editorial
- Por: Guillermo Barba
- 06 Octubre 2025, 00:29
Durante 2024 y lo que va de 2025, hemos presenciado un fenómeno poco común en los mercados financieros: el oro y las acciones están en máximos históricos al mismo tiempo, rompiendo marcas que rara vez coinciden.
Normalmente, ambos activos se mueven en direcciones opuestas: el oro sube cuando hay incertidumbre, mientras que las acciones prosperan cuando hay confianza económica.
En lo que va del año, el oro acumula un alza cercana al 45%, mientras que el S&P 500 —índice de referencia de Wall Street— ha avanzado alrededor de 14%.
Según los registros históricos, desde 1970 solo se había visto algo similar en dos ocasiones: en 1972, tras la decisión de Richard Nixon de romper la convertibilidad del dólar en oro.
Más de medio siglo después, este raro paralelismo vuelve a presentarse.
La pregunta es inevitable: ¿qué lo está provocando?
Un dólar debilitado
De acuerdo con un artículo de Forbes firmado por Brandon Kochkodin, la explicación principal está en la pérdida de fuerza del dólar.
El índice que mide su desempeño frente a otras divisas ha caído 10% en 2025, su peor resultado en más de veinte años.
Esa depreciación ha hecho que tanto el oro como las acciones estadounidenses resulten más atractivos para los inversionistas internacionales.
Marco Papic, estratega en jefe de BCA Research, explica que el dólar se sostuvo fuerte durante años gracias a las expectativas de un crecimiento económico superior al del resto del mundo, impulsado por un enorme estímulo fiscal durante la pandemia.
“Las monedas suben y bajan”, advierte Papic.
“El mayor error es pensar que los activos estadounidenses siempre tendrán mejor rendimiento. Eso es imposible”.
Inversores divididos entre riesgo y refugio
Jim Stack, CEO de Stack Financial Management, sostiene que los inversionistas hoy no se sienten plenamente seguros.
Por eso dividen sus posiciones entre activos de crecimiento (acciones) y de protección (oro).
Por su parte, Peter Corey, estratega de Pave Finance, apunta que una inflación “controlada” ha favorecido a las bolsas, mientras que la debilidad del dólar impulsa al metal precioso.
Este doble impulso explica por qué ambos activos escalan al mismo tiempo.
¿Qué tan sostenible es?
La historia ofrece una advertencia.
Entre 1970 y 1972, la inflación estadounidense cedió, lo que permitió el ascenso de los mercados.
Pero en 1973 repuntó con fuerza, la Reserva Federal duplicó las tasas de interés y el S&P 500 perdió la mitad de su valor.
Si algo parecido ocurriera en los próximos meses —una nueva ola inflacionaria—, el equilibrio actual podría romperse.
Por ahora, la mayoría de los analistas coincide en que la debilidad del dólar continuará durante el último tramo de 2025, ante la expectativa de nuevos recortes de tasas por parte de la Fed.
A ello se suman las tensiones comerciales persistentes entre Estados Unidos y sus principales socios, que también presionan a la divisa estadounidense.
Un dólar más barato y tasas más bajas favorecen tanto las exportaciones como el financiamiento de la elevada deuda pública.
Lección final
En un mundo dominado por políticas expansivas y deuda creciente, la debilidad estructural del dólar seguirá beneficiando a quienes conviertan su dinero fíat en activos reales.
Ya sea a través del oro, de empresas sólidas o de instrumentos que preserven poder adquisitivo, la tendencia es clara: los activos que se aprecian con el tiempo serán los grandes ganadores de la inflación monetaria global.
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