Entre jubilados, quejosos, junta de consejo y demás 'gaitas' de educación
Entre profes y Política
Pues sí, a los maestros jubilados del estado nomás los traen yendo “de la Ceca a la Meca”. Todavía no hay respuesta favorable alguna. Resulta que, después de que fueron al Congreso del Estado a presentar documentos oficiales en donde están demostrando la legalidad de su petición reiterada, para que, a su vez, los señores diputados locales se sirvan entrar en discusión preliminar, establecer un punto de acuerdo y ponerlo a votación en comisiones para que, enseguida, se vote en Pleno y poder etiquetar la deuda y posterior pago en el Presupuesto de Egresos 2026. Aunque diga el director del Isssteleón que tanto el gobierno de Nuevo León como el instituto que dirige no les deben dinero alguno a los jubilados, recordemos que éstos están reclamando el incremento salarial del año 2024 y de 2025.
Es triste que a los “señores grandes” los traigan para allá y para acá sin ninguna respuesta sólida que aliviane su carga económica, que ya de por sí está muy mermada. Nunca se podrá comparar la percepción monetaria de un empleado activo contra la de un jubilado. Ese casi el 33 por ciento que se merma en el proceso de retiro y/o jubilación es irrecuperable. Cruel e insensible es el trato que han recibido; la falta de empatía es el resultado en la peregrinación de las exigencias. Actitud acorde a las fechas decembrinas.
Sin embargo, no está del todo mal. ¿Qué? Así es: los trabajadores activos ya se están dando cuenta de lo que les depara el futuro en esta materia, razón por la cual la adhesión al movimiento de queja y reclamo se está dando de facto. ¿Resultado? Juntos en la pelea, con pronósticos reservados.
Por ende, y del mismo modo, la unificación de los principales actores políticos (cuatro) que participaron en las elecciones de 2022 para elegir a la directiva seccional —en la que resultó electo “Juanjo” Gutiérrez Reynosa (con artimañas, por cierto)— se está dando con extraordinaria naturalidad. Es cuestión de observar los procederes de aquellos y se darán cuenta que aparecen en casi todo escenario político arropando al movimiento de lucha. Ahí la llevan, ahí la llevan. La renovación de mandos es cuestión de tiempo, siendo éste implacable y justiciero.
Hablando de justicia, caminando por calles aledañas al Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León, nos topamos con otros quejosos; un grupo de trabajadores que, supuestamente, fueron despedidos injustamente por instancias educativas de todo tipo y que, hasta la fecha, no han obtenido un laudo favorable a sus exigencias. Dichos exempleados de la educación lanzaban vítores no muy agradables a los representantes de las bancadas partidistas, pues su inconformidad la expresaban frente a la entrada principal del Congreso, exigiéndoles a los diputados que cumplan cabalmente con su labor legislativa para que asignen suficientes recursos y puedan echar a andar más juzgados en materia laboral y poner al corriente el enorme rezago de resoluciones judiciales. Manifiestan que el proceso jurisdiccional es demasiado lento por exceso de demandas. Su movimiento lo sostienen con bases constitucionales puras; es decir, EXIGEN JUSTICIA, IMPARCIAL PRONTA Y EXPEDITA, tal y como lo enmarca nuestra Carta Magna. Nada fuera de lugar.
Y, retornando a la actividad educativa lisa y llana, entre ayer y hoy estaremos entregando boletas de calificaciones a los padres de familia correspondiente al primer trimestre del ciclo escolar 2025-2026, en lo que se refiere a la educación básica. Las escuelas preparatorias harán lo propio a mediados de diciembre. A ver quiénes asisten a recoger este ansiado documento, ya que de él depende si viene o no Santa Claus.
Lo tormentoso para la gran mayoría de docentes se vendrá mañana viernes, ya que, por calendario escolar, hay que asistir a la junta de Consejo Técnico. En este protocolario evento seremos fieles testigos de ver, oír y escuchar, entre otras cosas repetitivas, el mensaje “motivador” del secretario de Educación federal. Lo positivo de esta junta es analizar el avance académico de nuestros estudiantes, así como determinar las más y mejores estrategias antirreprobación. En resumen, tendremos el primer encuentro con los padres de familia y, de seguro, habrá buena y sana interacción en beneficio del alumnado en general. Ya veremos cuántos asistirán.
La verdad, como es. Se tenía que decir, y se dijo. Hasta la próxima.
