Los fraudes inmobiliarios en Nuevo León se vuelven una constante y afectan tanto a compradores como a vendedores.
Algunos de los tipos más comunes de fraude son la venta de propiedades inexistentes: los estafadores anuncian la venta de propiedades que en realidad no existen.
Te piden un anticipo o un depósito para asegurar la compra, pero luego desaparecen con tu dinero.
O en ocasiones, un vendedor vende la misma propiedad a varios compradores. Los compradores pagan el enganche y los pagos mensuales y finalmente descubren que la propiedad ya ha sido vendida a otra persona.
Igualmente, se venden propiedades en situación irregular, como aquellas ilegalmente construidas o que tienen gravámenes o embargos.
Otro delito es la falsificación de documentos: escrituras o títulos de propiedad, para aparentar que son dueños legales de una propiedad y venderla a un comprador desorientado.
Para evitar ser víctima de fraudes inmobiliarios, toma tus precauciones como investigar la reputación del vendedor, verificar la legalidad de la propiedad, revisar los documentos y contratar a profesionales como notarios, abogados o agentes inmobiliarios de confianza.
