Opinión

¿Hasta cuándo? La Tolerancia de la ZMM ante el aire tóxico y sus secuelas en la salud

Sección Editorial

  • Por: Ivonne Bustos
  • 05 Diciembre 2025, 00:00

Hace algunos días, el periódico británico The Guardian y Quinto Elemento Lab publicaron una segunda investigación sobre la contaminación en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), y los resultados son escalofriantes.

En el primer artículo se reveló que Zinc Nacional era la gran empresa receptora de chatarra de Estados Unidos y la más contaminante. Esta segunda entrega, sin embargo, nos revela que hay por lo menos diez empresas chatarreras más que utilizan ese desecho altamente contaminante para fabricar otros productos o extraer algún material valioso.

Esta actividad industrial genera emisiones altamente peligrosas al medio ambiente de la ZMM, lo que contribuye a una pésima calidad del aire que envenena permanentemente a la población, especialmente a la ubicada en el municipio de San Nicolás de los Garza. La industria arroja metales pesados que son respirados por la gente, derivando en graves afectaciones a la salud. El índice de partículas sólidas se dispara, un veneno puro que le cuesta al estado casi cuatro mil muertes prematuras al año a causa de la contaminación ambiental.

Para poner en contexto, la población que vive en la ZMM respira el doble de partículas sólidas en el ambiente (PM2.5) que la población de la zona metropolitana de Los Ángeles. El artículo señala algo contundente: Monterrey está pagando muy cara la factura de tener una política muy agresiva para la atracción de inversiones.

El problema principal es que las plantas contaminantes operan donde se localizan las altas concentraciones poblacionales, con empresas rodeadas de colonias residenciales cuyos habitantes padecen el impacto a la salud producto de las emisiones contaminantes.

La contaminación se debe tomar muy en serio, ya que no solo es la causante de miles de muertes prematuras al año, sino que la afectación a la salud deja grandes secuelas, como abortos en mujeres, nacimientos prematuros, enfermedades relacionadas con demencia y alzhéimer, desórdenes en el sistema nervioso, enfermedades en los recién nacidos, e incluso una relación directa con el espectro autista en niños. Metales pesados como el cadmio están directamente relacionados con enfermedades cancerígenas, ya que es el metal más tóxico para la salud.

La pregunta es: ¿Qué estamos haciendo para contener esta contaminación ambiental y hasta cuándo vamos a tolerar esta situación?

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