Hay movimientos en el SNTE, ¿Se avecina la salida de cepeda salas, líder actual?

Las cosas en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se están poniendo más que interesantes. Resulta que su grupo opositor, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación —denominada por muchos como “el grupo disidente desde su creación en 1979”— ha manifestado públicamente volver a sus andadas al convocar a un paro de labores, según declaraciones expresas por sus voceros.

Los argumentos que sostienen su tesis de resistencia y protesta son los mismos que vertieron en meses anteriores: abrogación de la ley del ISSSTE en materia de Pensiones y Jubilaciones, y de la Ley de la USICAMM; mejoras salariales sustantivas (y la democratización del SNTE, aunque esta intención no fue manifestada abiertamente). 

Los que de seguro sufrirán por la presencia de los afiliados a la CNTE serán los capitalinos, toda vez que, si acaso decidieran los manifestantes tomar el Zócalo de la CDMX, entre las lluvias intensas y las vías de comunicación tapadas u obstruidas por estos mentores, el caos vehicular se hará presente. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Clara Brugada deberán tomar sus providencias para disminuir, sin llegar a enfrentamientos, los embotellamientos que las protestas generarán. 

Aquí sobresalen varios análisis del asunto en comento: los integrantes de la CNTE, que en un momento fueron aliados del movimiento morenista llamado 4T, ¿siguen dentro de esta tesitura? ¿O son “utilizados” para mover las aguas sindicales del SNTE, donde todavía está controlado en manos de los incondicionales del otrora líder Juan Díaz de la Torre, hoy en manos del secretario general Alfonso Cepeda Salas? 

Como fue del dominio público, este personaje se anduvo placeando recientemente por varias secciones sindicales del país, con el pretexto de seguir fomentando la unidad sindical: actos políticos que se traducen en actividades de toma de termómetro y/o sistemas de control político. Lo curioso del caso es que, dentro del mundo magisterial, es bien sabido que todo tipo de elección seccional y nacional deberá ser de manera universal, personal y uninominal. Es decir, TODOS VOTAN. La base docente y de apoyo lo saben muy bien. 

Por el mismo rumbo y sentido tenemos, muy activo por cierto, al Movimiento Nacional de Transformación Sindical, capitaneado por el sureño Ricardo Aguilar Gordillo. Este mentor inquieto y activista sindical le está dando vuelo a sus simpatizantes para adentrarlos en los temas reivindicadores de transformación sindical; es decir, buscar afanosamente la democratización del SNTE —nacional y seccionales, inclusive—. Comenta el mismo maestro Aguilar Gordillo que, en sus reuniones regionales que está celebrando en diversas sedes del país, sus huestes están puestísimos para participar de forma paralela en el proceso de renovación de directivas sindicales seccionales y, lo más trascendente, en el cambio de mandos nacionales también. ¡Órale! Está dejando huella a su paso. 

Ahora bien, e insistiendo en el posible proceder de la presidenta Sheinbaum para el cambio nacional acompañado de la salida de Cepeda Salas, la primera jefa nacional tiene toda la oportunidad de cumplimentar la unidad magisterial al promover la constitución de una planilla entre estos tres actores sindicales: los del SNTE, los de la CNTE y los de Ricardo Aguilar Gordillo. ¿Difícil el reto? Así es, en efecto; sin embargo, no es imposible. 

Lo que está claro, no está turbio —como dijera un amigo mío de mi pueblo—: todos quieren el control del sindicato más grande de América Latina, siendo los pupilos de Alfonso Cepeda los que están moviendo el pandero en la actualidad. ¿Obedecerán la supuesta propuesta de unidad proveniente, en su caso, de Palacio Nacional? ¿O se pondrán con Sansón a las patadas? 

Conociendo los procesos de movilización de los maestros adheridos a la CNTE, buscarán a toda costa las mejores posiciones dentro de la utópica planilla de unidad. Y conociendo también las intenciones y cartas credenciales de los discípulos de Ricardo Aguilar, de seguro que lograrán colarse en carteras dignas de representación sindical. Interesante jugada de ajedrez. 

La moneda empieza a andar en el aire. Lo que se vislumbra traerá hartos movimientos entre los docentes de la nación; las aguas se agitarán en las escuelas y veremos hasta “factores externos” que intentarán participar para sacar tajada por el río revuelto producto de las elecciones. Ojalá y quede en puros presentimientos. 

En resumen, lo que sí es urgente es que, toda elección que se llegue a dar, se deje en claro que la democracia es un factor urgente de observar; eliminar la corrupción, garantizar limpieza en el manejo administrativo-eleccionario y dar a conocer a la sociedad entera la madurez y el profesionalismo de los agremiados al SNTE, que son capaces de llegar a consensos sindicales en beneficio de ellos mismos y sus familias. 

La verdad como es, se tenía que decir, y se dijo. Hasta la próxima.