Opinión

Identidad sana: La mejor inversión de nuestra vida

Sección Editorial

  • Por: Gina Goldfeder
  • 26 Marzo 2024, 23:31

“La única forma de encontrar una verdadera identidad reside en mirar el alma”.
 
En esta época, llama mucho la atención la lucha de las personas por expresar las ideas que reflejan su identidad. Algunas se enfocan en la cuestión de género, otras en ideas políticas, algunos en la búsqueda de lo que consideran justo, otras tantas en la lucha de poder, y para algunas más la espiritualidad, les resulta relevante, así, la lista continúa.

Más allá del enfoque desde el cual decidamos crear nuestra identidad, la necesidad de expresárselo al mundo es cada vez más inminente. Las estructuras sociales, culturales, políticas y familiares, se han ido transformando y reinventando. También se han fracturado.

La grieta de esta transformación junto con la búsqueda de sentido, han dejado en la humanidad una especie de vacío existencial. El vacío es un espacio infinito donde todo cabe, no existen el suelo ni el techo, el mundo de posibilidades es amplio y las fronteras no son visibles. Un vacío en el que cada vez resulta menos predecible el futuro. Un vacío en el que la verdad no se sabe dónde encontrarla.

Quizá, este sea el tiempo en el que tendremos que hacernos las preguntas necesarias y pertinentes para volver a pisar algún tipo de suelo, dejar de estar en la caída libre dentro del abismo de la nada, de un mundo en el que lo que parece verdadero resulta muy cuestionable.

Porque, hubo alguna vez en la que yo no dudaba. Alguna vez en que lo verdadero si me lo parecía y lo falso también. Pero en esta caída, la mentira se ha llenado de verdad, y la verdad de mentira: Vacío existencial.

En este momento de la vida donde las identidades se están fragmentando, la única forma de encontrar una real identidad, es en el alma. Y como alma me refiero al mundo interior, a la verdad más sabia e íntima de nosotros. Una verdad alejada de la inteligencia artificial, las masas, las sectas, los quirófanos y las guerras.

Una verdad a la que se puede llegar a través de hacerse las preguntas correctas. Una pregunta correcta es aquella que nos da paz interior y que no invade la libertad y paz del otro. Una pregunta correcta nos lleva a la responsabilidad de nuestros actos y a la voluntad de reparar nuestros errores.

Una pregunta correcta nos lleva a buscar las alternativas que nos ofrecen las adversidades y nuestra participación activa en ello. Una pregunta correcta nos lleva a dejar de mirar el mundo desde nuestra herida y abrazar la oportunidad de experimentar quiénes somos en realidad.

Todas, absolutamente todas las respuestas, estarán disponibles en nuestro mundo interior (alma). Es por esto que me he dedicado desde hace más de treinta años en nutrir el corazón, la mente y espíritu. Es la mejor inversión a la que le he apostado en la vida. Y cuando las cosas se ponen difíciles, emerge desde el fondo, la respuesta a la pregunta correcta.

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