Son maestros… pero también son ¡magos!… Y es que vaya que en el Sindicato de Trabajadores de la Escuela Normal Superior del Estado de Nuevo León, más conocido como STENSE —o sea, los que le enseñan a los maestros a ser maestros—, saben cómo hacer ¡magia con los números!…
Y no hablamos de matemáticas avanzadas, sino del viejo truco de… “Desaparecer millones”. Resulta que el escándalo del actual líder Óscar Torres Grimaldo, quien habría hecho perdidizos $17 millones de pesos que le entregó el gobierno estatal —un caso reportado ayer por El Horizonte—, si bien sumamente indignante, no es propiamente una novedad…
Y es que su antecesor en el STENSE, Efraín Hernández Carrales, ya había hecho escuela… y no precisamente en la Normal Superior.
Con el mismo modus operandi, Hernández Carrales “olvidó” reportar la entrega de más de $20 millones de pesos entre 2016 y 2022.
¿Cómo?… Pues fácil: reportando menos dinero a su sindicato del que realmente llegaba del gobierno estatal… ¡Ufff!
De los $42 millones que el erario soltó, Hernández sólo reconoció $22 millones. El resto, ¡quién sabe!… Quizá se fue en “festejos navideños” y “fondos funerarios” que nunca vieron los jubilados.
Por si fuera poco, el historial del exlíder sindical ya estaba manchado: amonestaciones por falta de transparencia, denuncias de represión laboral y hasta acusaciones de agresiones físicas. Todo un combo que haría palidecer a cualquier manual de ética.
Así que, si pensaban que el caso Torres Grimaldo era el capítulo final, ¡error!… Esto parece serie de Netflix con varias temporadas, donde el guion es el mismo: millones que se esfuman, informes maquillados y promesas que nunca se cumplen.
Pareciera entonces que en la Normal Superior, la “lección” es clara: la transparencia… brilla por su ausencia… ¡Ayyyy!
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Lo que debería ser época de paz y abrazos, en la colonia Los Olmos del municipio de Pesquería, ahí donde estalló una casa que albergaba pirotecnia de forma ilegal, más bien se vivirá como un capítulo de tragedia y desolación.
A casi un mes del terrible estruendo que destruyó más de 80 casas en la colonia, la Navidad se convirtió en mudanza forzada: decenas de familias pasarán la Nochebuena lejos de sus hogares, porque el miedo sigue más vivo que el pino navideño.
Mientras tanto, el alcalde Francisco Esquivel sigue en modo “Grinch”, porque aquello de que los afectados cenarían en sus hogares en Navidad quedó en puro villancico… De esos que se cantan, pero no se cumplen.
Así que, mientras el resto del estado anda en posadas y brindis, en Los Olmos la prioridad no serán los regalos, sino recuperar el techo que la pólvora les arrebató… y que el alcalde prometió devolverles.
¿Será que el próximo año sí cumple? Porque esta Navidad, la única magia que hubo… fue la de las promesas que se esfumaron.
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¡Y que el osito Bimbo se pone bravo!
Y no por el pan, estimado lector, sino ¡por los aranceles!
Resulta que el gigante panadero mexicano Bimbo, junto con cuatro de sus filiales en Estados Unidos, se fueron directo a la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos (USCIT) para decirle a Donald Trump (bueno, a sus tarifas) que son ¡inconstitucionales!
Se trata de una demanda, presentada el 16 de diciembre, que busca dos cosas: que se declare la inconstitucionalidad de los aranceles y que les devuelvan lo pagado. Porque, claro, si hay algo que duele más que un bolillo duro… son los millones que se van en tarifas.
Y vaya que Bimbo es un importantísimo exportador mexicano de productos hacia EUA que ahora están pagando aranceles nunca antes vistos.
En esta demanda participan Grupo Bimbo, Bimbo Bakeries USA, Bimbo Bakehouse, Barcel USA y St. Pierre Groupe LLC; o sea, toda la artillería legal y panadera.
Así que, mientras unos pelean por la rosca de Reyes, Bimbo pelea por la rosca ¡de dólares!… ¿Ganarán la batalla? Por ahora, la Corte tiene la última palabra. Y si todo sale bien, el reembolso será más dulce que tooodos los Gansitos juntos.
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Hace unos días, el gobierno federal mexicano sacó del horno el Programa Sectorial de Seguridad y Protección Ciudadana 2025-2030, publicado en el Diario Oficial de la Federación.
¿Qué significa esto? Según explican los de la 4T, que durante los próximos seis años la receta será: más inteligencia policial, operativos coordinados y atención directa en las colonias donde la delincuencia anda como Pedro por su casa.
El plan presume seis objetivos, 32 estrategias y 129 líneas de acción (sí, parece menú de restaurante, pero no, son acciones para reducir homicidios, extorsión e impunidad).
Y aseguran que la diferencia con los anteriores: ahora habrá más tecnología, drones vigilando desde el cielo, patrullaje digital y hasta combate a delitos cibernéticos.
También aseveran que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza Omar García Harfuch, se pondrá las pilas para coordinarse con fiscalías y meterle lupa a las zonas más calientes. Con operativos conjuntos, brigadas casa por casa, programas sociales, etc…
Pues bien… esperemos que esto no se quede en papel y que la gente lo note en la calle…
¡¡Yássas!!
