Opinión

La lealtad, virtud superior, Tercera parte

Sección Editorial

  • Por: Guillermo Fárber
  • 30 Mayo 2024, 03:21

“Jurassic Bark (Futurama): En el episodio Jurassic Bark (Ladrido jurásico, en español), de la serie de televisión estadounidense Futurama, Fry encuentra los restos fosilizados de su perro, Seymour (Simurdiera, en algunas versiones) y gracias a la alta tecnología del año 3000, este tiene la oportunidad de clonarlo; sin embargo, Fry detiene el proceso de clonación a medio camino y se arrepiente de hacerlo, cuando se entera de que Seymour había vivido muchos años después de que él desapareciera, creyendo que por eso su perro había terminado por vivir una vida feliz más allá de su antiguo amo y por lo tanto, este lo habría olvidado. 

Al final del episodio se revela al espectador que Seymour sí había esperado el regreso de Fry en la entrada de la pizzería donde él trabajaba, durante 12 años, hasta su muerte. El final del episodio es un claro homenaje y paralelismo a la historia real de Hachiko, y en general es considerado uno de los episodios más emotivos y recordados de Futurama.
 
Ghost Sweeper Mikami
Un episodio del anime Ghost Sweeper Mikami trata la historia de un perro fantasma que fue abandonado por su amo en la niñez y que espera fielmente su regreso, incluso después de la muerte. El perro, llamado Kojirô, es de raza Akita, al igual que Hachikô.
 
One Piece
En el anime One Piece, en el episodio 6, aparece un perro llamado Shushú (Chou Chou en el doblaje español) el cual sigue esperando a su amo, ya fallecido, en la tienda de comida para animales de este. Se cuenta en la historia que el dueño abrió la tienda acompañado de su perro cuando este era un cachorro. 

El amo enferma y va al hospital dejando a Shushú para que vigile la tienda. El dueño fallece mientras que Shushú continúa esperando a su amo vigilando y protegiendo la tienda durante años.

Hay otras dos historias en One Piece relacionadas con este tema: La segunda relacionada con One Piece es la historia de Laboon, una ballena isla que permanece en la entrada del Red Line, junto con su cuidador Crocus. Laboon perdió a su grupo y familiares, se perdió y surcando las aguas fue atraído hacia los Piratas Rumbar para oír sus melodías. Laboon, al verse solo, comenzó a seguir a los piratas tímidamente pero, por su encanto, logró conquistar a los piratas y que lo aceptasen como uno más. 

Durante un tiempo fue muy querido y defendido por la tripulación, pero a medida que avanzaban los peligros eran mayores por lo que decidieron dejarlo atrás para su seguridad, mas al llegar a los Cabos Gemelos descubrieron que aún les seguía. Los piratas marcharon hacia el Grand Line con la promesa de regresar, pero no regresaron sin dar explicación alguna, muchos creyeron que fueron derrotados, otros que volvieron de allí, pero ninguno de esos rumores fue prueba suficiente para que su camarada dejara de esperar. 

50 años más tarde, al ver que no regresaban comenzó a golpearse desesperadamente contra los gruesos muros del Red Line y sufriendo así graves heridas en su cuerpo, tanto que su vida estaba en peligro, por lo que Crocus se instaló dentro de su cuerpo para poder mantener un seguimiento mejor de su salud.

La tercera es la historia de Yokozuna, quien  era la mascota de los Tom’s Workers, la compañía de carpinteros que se encargó de la construcción del primer Umi Ressha. Tras el arresto de Tom por parte de la marina, Franky intentó parar el tren en que le escoltaban con sus propias manos y fue arrollado. Yokozuna, traumatizado por este hecho y tras pensar que su amigo había muerto, a partir de aquel día se enfrenta al Umi Ressha recreando aquella escena. 

Yokozuna se preocupa mucho por sus amigos y seres queridos. Es excepcionalmente leal a Franky quien le enseñó a nadar cuando eran más jóvenes. Él siempre nadaba a través de las aguas de Water 7, en el camino del Tren mar para tratar de detenerlo. Este hábito se dice que es causada por querer ser más fuerte para que no se pierda ninguno más de sus seres queridos”.

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